martes, 18 de mayo de 2010

Acarigua en evolución permanente

De ser una ciudad tranquila, de calles polvorientas, con tradiciones pueblerinas con el correr del tiempo paso hacer una ciudad cosmopolita, con un comercio que ha crecido aceleradamente y una zona industrial que es considerada la más importante del estado. Paso a ser de Cantón de Araure al municipio número uno de Portuguesa.
Para los años 60 el casco central de Acarigua, su antigua avenida 13 hoy Libertador, eran contados los comercios desde la plaza Bolívar hasta el actual Boulevard San Roque, en la vía se conseguía entre otras casa comerciales a Casa de Alto, Salón Americano fundado en 1939, Zapatería Maracaibo, Heladería Bella Acarigua, Copei, La Terraza, hotel Las Majaguas, entre otros que han desaparecido.
Por la avenida 12 hoy Alianza existía Todo a Real, el Reloj Musical, Noche y Día, Cine Alianza lugar de muchos espectáculos y presentación de artistas extranjeros como Pedro Infante por nombrar alguno, Farmacia San Miguel, Tienda Venecia, Bar Sin Nombre, Cine Curpa, panadería Fatty y otras cuantas más.
Con el paso del tiempo la ciudad fue tomando otro auge, se comenzaron a sustituir las casa de adobe, esos grandes caserones donde los Casal, Cazorla, Herreras Campins, Duín Anzola entre otras familias lograron establecerse a los largo de esta comarca, comenzaron a construirse grandes centros comerciales y edificaciones de gran tamaño y fueron desapareciendo comercios emblemáticos de la época como el Hotel Jardín, Noche y día, hotel Marialionza, comenzaron a surgir la banca, Ítalo, Lara, Mercantil, Venezuela, Desarrollo Agrícola, Industrial al frente de la Plaza Bolívar hoy en Araure entre otros. Algunos cambiaron de sede como el tradicional negocio de don Amabilis Figueredo La Bodega el Pobre que antiguamente estaba ubicada donde hoy está el C.C. Mediterráneo hoy pueden conseguirla por la avenida 34 cerca del liceo Páez.
De un tranquilo pueblo a una urbe acelerada, que un buen día José Ignacio Casal oso llamarla “Acarigua es como Nueva York”, dando lugar a que muchas empresas se establecieran en esta ciudad convirtiéndose en un emporio industrial.
Los bellos campos donde abundaban la fauna y la flora silvestre fueron desapareciendo por la explosión demográfica y el crecimiento acelerado de la población, donde las invasiones han hecho estragos en las selvas tropicales que antes existían en el pueblo llamado Acarigua convertido en gran Ciudad.
Las grandes empresa como los aserraderos, que dicho sea de paso fueron las empresas que mas mano de obra tenían en la pujante ciudad, estos negocios de comercialización de la madera han venido desapareciendo y ya son poco los que quedan, solo el Bolívar en plena avenida Páez se mantiene con vida aún, allí todavía se aserra madera de todo tipo.
Don Pacifico Cordero fue un hombre dedicado a este tipo de negocio y fue un personaje que le dio vida e importancia a este municipio Páez.
Con el crecimiento de la ciudad aparece hace más de cincuenta años la Sensacional Radio Acarigua Ramón Ramírez ( poncherita) y el señor Saavedra padre de Ibrahim, siendo la primera emisora de la ciudad y del estado hasta convertirse en un icono y nombrada Patrimonio Cultural de Portuguesa, hoy día su dial esta “muerto” y ya no se escuchan las voces de esos grandes locutores como Pérez León, Querales, Valecillos, Zúñiga, Yajure, ya no está al aire “Radio Noticia”, a 120, el expreso de media noche, brindis criollo, café deportivo, café de la tarde entre tanta programación que le llevaban a su pueblo.
Allí quedo ese viejo edificio en la esquina de la calle 29 con 35, aun se lee en su pared, Radio Acarigua “La Sensacional”.
Cerca de Acarigua la radio en los 80 surgió La Toteen, la discoteca con una sala de presentación donde se dieron cita vocalista de la talla de Julio Iglesia, José Luis Rodríguez, entre otros grandes de la música para esa época dorada del romanticismo, el negocio era toda una novedad pero el infortunio y las llamas devoraron este lugar destinado al sano esparcimiento.
Como dejar pasar por alto la UPI, así se conocía el negocio que aun está ubicado en el edificio “Gómez López”, se le decía así por que allí convergían periodistas y locutores de las gemelas a disfrutar de un rato y contarse las vivencias del día. Refresquería El Palmar de Eulogio Agraez, que todo el mundo conoce como José, no me pregunten porque. Entre otros pernotaban el lugar de José, Napoleón Querales y su bolsa de queso, los radiodifusores Ramón Ramírez, Roque López, el “charro” Muñoz, y muy asiduo visitante el periodista Fernando González Yajure, los locutores Norberto Pérez León, Pepe Roldan y su compadre Héctor Rivero, a quien yo apode de “supemán”, el profesor Leopoldo Arellano era una fija antes de salir jubilado. El negocio es todo un icono de ayer, de hoy y de siempre.
Acarigua hoy más que nunca se puede decir que ha sido la ciudad con mayor crecimiento en todos los aspectos tanto comercial, industrial así como también en lo demográfico, todos quieren vivir en el municipio más prospero de Portuguesa y de la zona centro occidental del País.

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