jueves, 26 de abril de 2012


Barrio San Antonio sigue creciendo armoniosamente

Mario Manzanares
La ciudad de Acarigua en su incremento sostenido desde su fundación ha crecido a lo largo y ancho de su territorio, Para finales de 1968 aún mantenía sus ya conocidas rejas, la de Guanare, Paraguay, San Carlos y Chirere. Unos años después estas desaparecerían y darían paso  barriadas que se constituirían en el mismo lugar y algunas cambiaron nombre otras se mantendrían igual.
Fue así como la Reja de Chirere partió en dos, una se convierte en el barrio Andrés Bello y la otra en Villa Pastora. Estos dos barrios abrieron paso cada cual por el suyo y se comenzaron a desarrollar, buscando para sus sectores cubrir con las necesidades para esas épocas muy diferentes a la de Acarigua del presente.
Al margen noreste de la ciudad Villa Pastora tiene un margen de tierra que servía algunas fincas ubicadas en esa montaña como tierra de pastoreo, sector conocido como Durigua al margen de la quebrada del mismo nombre.
Para 1968 aproximadamente unas diecisiete familias carente de una casa donde vivir y desarrollarse deciden abordar ese lote de tierra, una aventura que daría su fruto y se consagraría con el paso del tiempo en el Barrio San Antonio, nombre que fue colocado gracias a que para la fecha de su invasión se celebraba la fecha de este santo.
Un grupo de guerreras encabezada por doña Ramona Márquez de Marcano, quien se regio como líder del grupo al lado de sus pequeños hijos y quien a la postre fue una de sus fundadores lucho a brazo partido con sus coterráneos por las reivindicaciones de esta barriada ya constituida y registrada en el concejo municipal de Páez.
No contaba con ningún servicio, el agua se conseguía en una pluma pública que estaba en Villa Pastora, allí se iba con tobo en busca del preciado líquido. La barriada eran solo callejones de tierra sin aceras. Seguían llegando familias de otros sectores sin casas y se iban ubicando en este sector, allí están entre otras los Guarecuco, los Parras, los Marcano, entre otros.
La incipiente democracia que se erguía en el país, aún con muchas fallas no daba abasto para tantos barrios y tantos problemas en ellos. Casas de barro y bahareque pululaban en Acarigua de los años 60. Pero nacía con el crecimiento desmesurado de la ciudad una nueva estirpe de personas que con coraje y valentía buscarían mejoras para el colectivo aquellas soluciones que la gente pedía a grito y solicitaba ser atendido y escuchado.
Para el año de 1972 la lucha de estas familias dio sus primeros frutos, los dirigentes sociales encabezado por esa mujer luchadora y emprendedora, doña Ramona logran que por fin los atiendan y es el Concejo Municipal primero y luego el gobierno regional que presidia el incansable y ya desaparecido ingeniero Juan Pedro del Moral, un gran gobernador para una ciudad en crecimiento y conocido como el arquitecto de la Acarigua modernista.
Llegan los primeros metros de cloacas, agua y luz. San Antonio de Padua comienza a darse sentir como barriada. Para esa misma época comienza la construcción de lo seria años más tarde la zona industrial de Acarigua. También comenzó a funcionar una carretera de piedra que conducía a las pesadas cargas de caña al central azucarero Portuguesa, ese gigantesco ingenio azucarero, bastión y sustento de muchos lugareños. Esta unos años después se convertiría en la majestuosa avenida “Ramón Ramírez” o avenida Circunvalación este.
Unos años más tarde por 1978, seguiría creciendo la barriada y más metros de cloacas llegarían al igual que más aceras y aparece el primer asfalto para unas de s principales calles. El sueño de crecer en armonía y con todos los servicios era necesario que se pensara también en la educación de los hijos de estos fundadores, Doña Ramona y otro grupo de madre de familia alquilan una casa ya con el permiso del Ministerio de Educación, nace la escuela Concentrada San Antonio, en honor al santo de los enamorado y de la prosperidad. Esta humilde escuela comienza sus actividades con solo tres grados de educación primaria, eran los primeros pasos.
No fue hasta 1982 cuando se cumpliría el gran sueño de Doña Ramona y las otras luchadoras sociales, se inauguraría la escuela Nacional donde hoy actualmente funciona. Dicho sea de paso esta institución fue edificada por los hijos de las familias fundadoras del barrio y del trabajo de la comunidad.
Hoy día la comunidad de San Antonio cuenta con calles asfaltadas, una cancha deportiva de usos múltiples, y dividen con Villa Pastora la cancha de futbol “Rosario Arjona Carrillo”, recientemente  fueron reasfaltadas algunas calles y avenidas que están en muy malas condiciones por la administración del alcalde Efrén Pérez. San Antonio sigue creciendo armoniosamente .

sábado, 21 de abril de 2012


Discurso de orden  en la alcaldía de Guanare con motivo del
Día del Reportero Gráfico
68 aniversarios del CRGV
El Reportero Gráfico Mario Manzanares orador de orden
en sesión especial en Guanare
Por Mario Manzanares
Transcurridos 27 años de aquel día que llegue a Ultima Hora, recién graduado de bachiller, no llegue como reportero gráfico, mi vida con esta maravillosa profesión nació unos meses después de mi llegada al primer diario de Portuguesa.
Comencé como jefe de depósito y allí en una vieja caja estaba una cámara Minolta SRT100, la que empecé a llevarme los fines de semana a escondido para practicar y aprender, gracias a los sabios consejos del viejo laboratorista Don Álvaro Acosta, quien me daba rollos y buenas lecciones de cómo hacer las tomas fotográficas.
Unos meses después llegue a la sala de Redacción promovido como jefe de archivo fotográfico, aún más cerca con lo que sería mi destino, que no era otro que convertirme en fotógrafo.
Mis primeras fotografías fueron realizadas en planta y un buen día el Sr. Ruvico Ramírez editor de Ultima Hora me da la oportunidad de pasar del archivo fotográfico a reportero gráfico del diario, según él veía en mi cualidades para el trabajo, y hoy quiero decirles que el señor Ramírez no se equivocó.
Mi periplo como fotógrafo comienza al lado de grandes reporteros gráficos en tamaño y calidad, y sí que lo eran, conocen a Miguel Dinapoi casi dos metros de estatura, el fallecido German Báez más alto que el primero, Josué Campos una leyenda viviente del reporterismo gráfico, Jaime Torres, Armando Ibarra, ellos fueron algunos con los que compartí el cuarto oscuro o laboratorio y por supuesto algo aprendí de todos ellos.
De la fotografía analógica me quedaron muchas camisas manchadas con revelador de papel y la nostalgia de ver aparecer las imágenes en el papel, la primera vez que copie una fotografía no lo podía creer y que emocionado me sentí ese día.
Unos años más tarde hice mi entrega de recaudos al secretario general del Círculo de Reporteros Gráficos de Portuguesa Miguel Dinapoli, para mi futuro ingreso a este gremio, al que hoy orgullosamente soy su Secretario General de Portuguesa desde el año 2005.
El reporterismo gráfico es un trabajo catalogado de alta peligrosidad y muy mal pagado en toda Venezuela, no contamos con una verdadera seguridad social para aquellos colegas que con la vejez esa que no perdona, tienen que colgar la cámara y quedar a la deriva de la ayuda de algún gobernante amigo.
Ser reportero gráfico, no es solamente subir la cámara, enfocar y disparar, no. El reportero gráfico debe ir más allá, es la mano derecha y algunas veces hasta la izquierda del periodista, están juntos algunas veces más que con su propia familia. Nuestro trabajo nos obliga a ser curioso, observador, detallista y sobre todo nos tiene que gustar lo que hacemos y hacerlo bien, con humildad y mucho profesionalismo.
Durante mi carrera como reportero gráfico he vivido muchas emociones y unas tantas tristezas, de las cuales no me voy a referir en estos momentos. A veces tenemos que ser más humanos que reporteros, se debe dejar la cámara a un lado cuando así lo requiere algún hecho, para ayudar a alguien que lo requiera, que lo necesite, aunque por ello pierdas la foto de tu vida, pero seguro estoy que ganaras la bendición de algún Ángel y de Dios.
Cuando en 1826 los colegas Nipce y Daguerre comenzaron a descubrir este apasionante trabajo, cuando ellos lograron captar una imagen con sus pesadas cajas negras, jamás se imaginaron que lo que habían descubierto sería el más bello regalo que ellos legaban a la humanidad. ¿Quién en este planeta en su casa u oficina no tiene una fotografía? Me pregunto.
Ciento ochenta y seis años después y con el avance tecnológico y la llegada de la cámara digital, hasta un niño puede hacer una toma fotográfica, es tan fácil hoy día capturar una imagen, que aquellos que antes no se atrevían, hoy   lo hacen y con gran facilidad. Nuestros antecesores sufrieron con esas pesadas cajas negras, pero seguro estoy que ese esfuerzo valió la pena; aquí estamos hoy gracias a la pericia de esos señores que lo dieron todo por hacer de la fotografía el hobby más caro y universal del planeta.
Gracias a los reporteros gráficos de Portuguesa que nacieron como gremio un catorce de marzo de 1980, hace ya  treinta y dos años, cuando los doce del patíbulo (como los llamo yo), Miguel Dinapoli, Josué Campos, Víctor Morales, Hernán “chino” Rivero, Klaus Oprescko, Armando Ibarra, Peter Escobar, Jaime Vargas, Luis Felipe escalona, Vicenzo Dinapoli y William Lugo, Cuando ellos entregaron la solicitud en el Secretariado Nacional que se realizaba en San Cristóbal y el día en que Portuguesa fue admitida como seccional, este estado ganó, ya que nació un gremio que ayudaría a darle el impulso a este pujante terruño agrícola con sus trabajos publicados en el primer Diario de Portuguesa Ultima Hora y otros periódicos nacionales. En los últimos veinticinco años esta seccional estuvo en la manos de colega Dinapoli, a quien e debemos agradecer todos los que estamos aquí, el hecho de hoy ser miembro activo de esta seccional, él y su directiva entrante lucharon por lograr esta seccional y lo consiguieron. Gracias Miguel.
Si bien es cierto que estuvo estancada nuestra seccional, el tiempo me dio la razón, esa misma razón que tuvo Dinapoli; a los colegas solo se les ve la cara y me duele decirlo, (Salvo algunas excepciones) solamente cuando se acerca la fecha para entrega de premios regionales y municipales de reporterismo, después de eso como acto de magia desaparecen nuevamente y no le paran a las asambleas y la toma de decisiones siempre se hace con los pocos que llegan.
Hoy no es diferente, ni los colegas de antes ni los de ahora, (muy pocos como dije antes) acuden a los llamados, pero sí están presto a criticar con saña lo que se hace y lo que dejamos de hacer.
La vida es una buena fotografía y una buena fotografía puede decir más que mil palabras, esas que quisiera yo en este discurso decir, pero basta lograr una buena imagen y cuando lo hacemos queremos que todos la vean, así ha sido nuestra gestión, queremos que la vean y la recuerden; pero cunado fallamos en dar lo que queríamos ofrecer no hallamos donde meternos, todos nos caen encima, es así como se concibe un buen reportero gráfico, aquel que siempre lucha por tener mil palabras en una imagen, eso es la esencia misma del reportero gráfico.
A lo largo de mi carrera, esta que la vida me dio para sustentar a mi familia, la que me ha dado muchas alegrías, he ganado premios, he dictado cursos, talleres a profesionales de postgrado, viajado a encuentros nacionales, de cultura, en fin le debo a esta profesión parte de mi vida y a ella le estoy y estaré siempre agradecida.
Quisiera agradecer a los colegas portugueseños por haberme escogido a mi, para que fuera quien estuviera en este estrado frente a ustedes disertando en este nuestro día. A los apreciados concejales de esta cámara edilicia que aprobaron esta sesión especial en este cabildo, y a todos los amigos y colegas que están en esta sala escuchando estas palabras.
Palabras sinceras que salen de mi corazón. Agradecerle a Javier Cantillo el enorme esfuerzo que hace por mantener la unión del gremio, a los Hurtados que son los nuevos pininos del gremio que junto a Eliecer Díaz que batallaron y hoy son miembros activos de esta seccional. Al guía y amigo de todos nosotros, periodista Víctor Duran.
Para despedirme de esta tribuna y de la Secretaria General a la que serví por seis años de los que me siento orgulloso, junto a mi compis Rafael pepe Roldán, no decaímos y luchamos por unir nuestro gremio, en parte lo logramos. Me voy contento y con la frente en alto por el deber cumplido. Solo le pido a Dios me siga dando fuerza para emprender nuevos retos que seguro estoy contare con el apoyo irrestricto  de muchos de ustedes.
A los nuevos directivos que lleguen, decirle que no están solo, aquí siempre estaremos nosotros para apoyarlos y tenderle una mano, no hacer lo que hicieron con nosotros, estén tranquilos que éste que está aquí, cuando sea llamado ahí estará.
Gracias apreciados colegas, a mi compañera sentimental Aleida Asuaje, a mi hermano y colega Francisco Manzanares y de quien estoy seguro será un gran reportero gráfico mi hijo Jonathan Manzanares. Ustedes son y serán mi bastón donde me apoyare para seguir adelante en metas futuras.
Feliz día del reportero gráfico, gracias por escucharme.
Buenos dias

Rigoberto Hernández  fotógrafo y arbitro portugueseño
Mario Manzanares
Cuando aún se observaban cámaras tamaño 6X6, las pesadas Leicas y comenzaban a salir las primeras cámaras de 35 mm, ya Rigoberto Hernández andaba calle abajo y calle abajo ofreciendo su trabajo como fotógrafo experto, trabajo que desempeñaba con mucho profesionalismo.
El oficio lo aprendió de un fotógrafo colombiano que le vio interés y le enseño el oficio. En Acarigua no existían muchos profesionales en este campo, eran contados, Jiménez, Campos, William Lugo, Jaime Vargas y otros pocos que conocían el arte de retratar.
Rigoberto empezó con una cámara prestada a ofrecer fotos 8X10 tamaño de una hoja de papel y a blanco y negro, todavía la maravilla del color no se conocía en Venezuela, la fotos eran muy apreciadas por los solicitante, eran verdaderos recuerdos de eventos para toda la vida.
Cuando cayó la competencia en el trabajo fotográfico Hernández decidió abrir paso y comenzó hacer cualquier tipo de trabajo, lo importante es trabajar, siempre repetía la misma frase. Fue plomero, ayudante de albañilería, zapatero, sastre y por ultimo arbitro de beisbol y softbol.
Con este último desempeño el de árbitro deportivo se dio a conocer por su don de gente y su carácter apacible a la hora de sentenciar jugadas y aguantar a los jugadores y manager que discutían sus apreciaciones, los cuales siempre resolvía con una sonrisa en los labios, convenciendo hasta al más pintao. Trabajó en la liga Popular de Softbol, en la Liga de Araure, con Lucena y en la liga Araurigua hoy Fundación, siempre haciendo un buen trabajo, pasando desapercibido en cada encuentro.
Al retirarse por cuestiones de edad y tiempo el cual le sobraba ya que como muchos venezolanos a Hernández por no tener un trabajo fijo quedo fuera de la seguridad social del país y nunca tenía un sueldo de que vivir, ni pensión y mucho menos seguro social. Ya entrado de edad tuvo un nuevo rol como trabajador, uno de los más antiguos del mundo el de guachimán, hombre que cuida bienes ajenos. En esto se ganaba la vida el buen Rigoberto, dando su mejor esfuerzo para cuidar una empresa y ganarse el sustento de él y su familia.
Cada mañana llegaba a golpe de ocho a la plazoleta de la alcaldía de Páez, allí se reunía con sus compinches de siempre el buen Pastor Canelón y ….., conversaban, leían el periódico y se saboreaban un buen café negro de esos que venden los que deambulan por las calles. Luego de eso se iban a caminar, todos los días con rumbo diferente, otras veces se iba con Canelón a hacer cualquier arreglo de fontanería, trabajo que realizaban con el mejor de los esmeros y cualquier tigre que saliera ellos estaba dispuesto a realizarlo.
De fotografía y de fotógrafos hablaba conmigo, personas que yo nunca conocí el me los nombraba y me echaba cuentos de ellos, conoció a mucha gente a los que retrato, recuerden que en la época que el ejerció la fotografía lo que estaba de moda era el retrato. Así pasábamos hora y varios café degustábamos conversando del arte de la fotografía.
En este año ya sean ido dos asiduos visitantes de este sector, la plazoleta Francisco de Miranda, su nombre original o plazoleta de los flojos, nombre popular puesto por los que a diario se reúnen allí para pasar el rato con sus amigos. Dije que han sido dos los que se nos han ido pues sí, el primero este año fue el gran amigo Alberto Aranguren y ahora el amigo Rigoberto, que se marcha sin decirnos que fue lo que realmente paso en esa escaramuza que le jugo la muerte y los maleantes. Se fue Rigoberto y ya este hombre de bien que no se metía con nadie no volverá a su rutina diaria, ya el buen Pastor no tendrá más a su eterno acompañante, el hombre con que conversaba a diario, el amigo.
A los familiares de Rigoberto Hernández, resignación y mucha paz para vivir con el pesar de la muerte de un familiar, aunque todos vamos por el mismo sendero, pero todos queremos fallecer cuando el tiempo en esta vida este vencido y no por las manos de delincuentes, de esos que hoy día abundan en nuestra querida Venezuela, gracias a que en este país se perdió el respeto por lo ajeno, el respeto a los mayores, el respeto a las leyes, si este país se descompuso y gracias a ello mucha personas inocentes, trabajadoras, amas de casa, empresarios, estudiantes, políticos han caído asesinados por inescrupulosos que se adueñaron de nuestra querida patria. Esperamos que los culpables caigan y sean castigados con todo el peso de la ley. Rigoberto descansa en paz.

Alberto Aranguren  un larense que echó raíces en Acarigua

                                                                   Mario Manzanares
El dirigente del béisbol Alberto Aranguren
Cuando el beisbol vivía su mejor momento en Portuguesa por allá en los 60, llega a Acarigua un hombre bajito con una discapacidad en ambos brazos, impedimento este que no lo afectaba para convertirse con el paso del tiempo en uno de los mejores dirigentes del beisbol de Portuguesa.
Así era Alberto Aranguren, si ese hombre de poco hablar pero de gran convicción a la hora de pelear por lo que él consideraba justo, esa pelea para ganar juegos, para discutir estrategias en pro del deporte del diamante hicieron de Aranguren el dirigente que necesitaba el beisbol de las gemelas para seguir creciendo.
Con su pequeño establecimiento de venta de artículos deportivos “Aranguren Sport, ubicado justo donde hoy día esta “chicha Félix”, en una humilde casa atendía su extensa clientela sobre todo en el deporte del beisbol. Desde un par de guantines hasta lo más sofisticado en el mundo de la pelota.
Fue dirigente al lado de otros grandes amantes de este popular deporte de los venezolanos, dándose a conocer en el viejo estadio “Roseliano Pérez” y precisamente fue este personaje quien lo llevo a la dirigencia beisbolistica.
Un día escuche hablando Aranguren, él decía que cuando llego a Acarigua no venía con la mente puesta en ser un dirigente deportivo pero las condiciones estaban dadas para luchar con los equipos y peloteros por mejoras en los campos deportivos y por la creación de la asociación de este deporte que junto a Roseliano Pérez y otros connotados dirigentes se vieron trabajando por el desarrollo de este pasatiempo.
En la década de los ochenta dio el gran salto de la Asociación de Beisbol de Portuguesa a la Federación de este deporte en Venezuela al lado de Edwin Zerpa para ese entonces presidente del máximo rector del beisbol en Venezuela. Allí Aranguren, desarrollo un trabajo que le valió estar por varios años en la dirigencia nacional, siendo delegado en infinidades de competencia nacionales e internacionales.
Unos años después llegaría a la presidencia de la Federación el portugueseño Nelson Campos, un araureño que dirigió los destinos del deporte del beisbol en Venezuela y conto con la colaboración de este pequeño hombre de estatura pero sabio en conocimientos beisbolisticos.
Ya con el trabajo de la FVB, ya Alberto Aranguren no se veía tanto en su tienda deportiva. Unos años después venderían el lugar y se levantó el edificio del actual Hotel San Cono Swift, lugar donde antes estaba la agencia de lotería San Cono del popular Jairo Guedez. Se fue con sus corotos como dijera un acarigueño, a otro sitio y se instaló en su residencia ubicada en la Goajira muy cerca del mercado popular hasta que cerró definitivamente.
Ya retirado de toda actividad dirigencial, iba al estadio Juan del cerro Tovar en Araure a saludar a viejos conocidos y a conocer a nuevas estrellas que se venían desarrollando en este popular estadio remozado por demás.
Cada mañana en sus últimos años de vida Aranguren era una fija en el cafetín ubicado al lado de la alcaldía de Páez, allí con periódico en mano que degustaba en una sentada esperaba con ansia a sus amigos para conversar, entre los que contaba el periodista Benjamín Parada Herrera, quien dicho sea de paso se lo llevaba en su carro para distraerlo y algunas veces a disfrutar de la pecaminosa bebida escocesa  la que Aranguren disfrutaba cargando con su dificultad pero que disfrutaba, su vaso con mucho hielo. Igualmente otros amigos comunes entre los que me contaba, allí siempre hablamos de beisbol, de los peloteros de ayer y las nuevas estrellas que se vislumbraban en los diferentes campos donde se juega el deporte más popular de Venezuela.
Ya en sus últimos días logramos conversar muy poco el viernes antes de su fatal accidente cardiovascular, allí en el sitio de encuentro el cafetín, me dijo con tristeza el domingo me voy a Caracas, tengo un nieto que van a operar y quiero estar cerca del niño y de los hijos, para eso son los abuelos. Nos despedimos y el lunes en horas de la tarde conocí la infausta noticia de su desaparición física a su llegada a la capital de la Republica, un ataque al corazón le sobrevino la muerte, esa que no dice cuándo va a venir, al menos para uno prepararse . No ella se llevó a un Alberto Aranguren que aún con su edad podía dar mucho más por el deporte que lo dio a conocer, el beisbol. Pero así es la vida, uno sabe cuándo nace pero nunca cuando muere.
Los restos de este gran dirigente y conocedor del beisbol fueron sepultados en su lar nativo, en el estado Lara, muy pocos amigos portugueseños pudimos acompañarlo a su última morada, pero dentro en lo más profundo de los corazones de los que lo conocimos estoy seguro que lanzaron una oración por el eterno descanso de su alma, Alberto Aranguren descansa en Paz, que aquí en Portuguesa tu sabia crecerá y serás recordado por lo tanto que hiciste por el deporte que tu llevabas en la sangre, el Beisbol.


jueves, 12 de abril de 2012


Agapito Juárez, con nombre de gobernante
Agapito Juárez, personaje popular de Acarigua
 Mario Manzanares
Venido de otras tierras pero se arraigo en Acarigua, siendo muy pequeño llegó con su familia para sembrarse en estos lares, y para ello  se ubicaron por los lados de la escuela Ciudad Acarigua, en el  barrio Bella Vista I.

Es un hombre que desde temprana edad salio a buscar la vida, ya establecido en Acarigua se dedica al trabajo de campo y la albañilería, así era gran trabajador y buen hombre, Agapito Juárez.

Si, ese humilde mancebo que hasta hace algunos años deambulaba por las calles de Acarigua, hablando solo a veces y de muy buenos modales, caballeroso y buena gente, de un tiempo para acá se desapareció, no sabemos si la vida se lo llevo o si su familia lo recogió.

Lo que si podemos decirles es que Agapito Juárez, se lanzaba cada mañana su discurso con su voz ronca, casi no se le entendía lo que decía como todo un gobernante, allí en la Plazoleta de los “flojos” como suelen llamar este sitio aquellos que pasan pero no se sientan para que no les digan que están matando el ocio allí. Lo cierto es que esta plazoleta se llama Francisco de Miranda, ya que es una plaza de banderas.

Al frente del cafetín Agapito, con su cháchara decía lo que sentía, el dolor que le daba según él, lo demacrado que Acarigua estaba. No le importo haber sufrido una ACV que lo dejo con sus pasos recortados y su caminar apuradito. Pero esta situación no le quito el ánimo y las ganas de seguir luchando por él y su gente. Él seguía cada mañana llevando sus parabienes a la gente que lo miraba pero no lo escuchaba.

Agapito Juárez es y será por los siglos uno de esos personajes pictóricos que deambulan por las calles de esta generosa ciudad, donde los acarigueños le tendían la mano, esa mano amiga que siempre ha caracterizado a los que habitan en esta villa.

Lo que si es cierto es que hace falta ver y escuchar sus afanados discurso, protestando por su ciudad, siendo el gobernante que nunca fue y prometiendo salvar y hacer más grande esta metrópoli. Agapito, su caminar apuradito y su voz ronca hará falta cada mañana en la plazoleta Francisco de Miranda para que con su perorata diga las verdades que solo las personas cuerdas dicen.

José Epifanio Escorche, Boletica

Mario Manzanares

Los amigos Omar Salas y amena conversa con el
 Stto, José Epifanio Escorche "Boletica"
Este buen hombre comienza a laborar en la inspectoría de transito en la década de los años 50 cuando Acarigua solo contaba con pocos automóviles rodando por sus calles, eran solo cuatro hombres encargados de hacer cumplir las leyes de transito. Fueron muchos los sin sabores que este buen samaritano logro tener en esta difícil profesión, pero siguió adelante y con el transcurrir del tiempo sus peleas por hacer cumplir las normas se lograron y José Epifanio Escorche pudo dormir tranquilo.

Ya para la década de los sesenta después de haber cumplido un castigo por no dejarse embaucar por otros compañeros lo trasladaron hasta el oriente del país y luego por su buena conducta lo envían al estado Carabobo, allí para suerte de él el jefe de la Brigada de Transito era un viejo conocido de él, el comandante Bonilla quien en ese momento había recibido el cambio para el estado Portuguesa y se trajo nuevamente a Escorche a su ciudad de toda la vida Acarigua, ya para ese entonces era cabo primero un rango privilegiado para la época donde existían tan pocos vigilantes de transito.
En Acarigua boletica impone la ley y su fama recorrió todo el país, como un funcionario ejemplar. Logro que la unidad de transito Portuguesa tuviera una patrulla un viejo Dart que le dono la gobernación del estado pero sin motor ni cauchos, pero gracias  a la colaboración de comerciantes y amigos la puso a rodar, esto le dio la oportunidad de convertirse en sargento por recomendación de los grandes jerarcas políticos que observaron en Escorche un hombre pulcro y honesto.
Con esta patrulla viaja hasta Caracas donde es objeto por la Dirección Nacional de elogios que recibió con la humildad que lo caracterizaba, hombre decente y de muy buenos modales.
Epitafio Escorche o simplemente boletica como sus coterráneos le decían, si no se le arrugaba la frente a la hora de boletear a un infractor. Me contó el propio Escorche que un día tubo la fortuna de para a un conductor que venia ebrio, para su suerte era un Juez Superior que ni el cargo lo salvo de una boleta y una retención de su vehiculo, haciéndolo él que lo llevaran a su casa pagando de su bolsillo el libre. Al día siguiente ninguno de sus compañeros se atrevían a darle la cara al Juez cuando fu por su carro y pidió que le buscaran al vigilante que lo había detenido, todos pensaron en ese momento que era para reprimirlo, pero para asombros de todos los presente y el propio comandante, cuando el Juez vio a escorche este lo abrazo dándole las gracias por lo que había hecho, regresándole la plata del libre y de paso pagando la multa impuesta por el entonces sargento Escorche. Unos mese después el propio Juez lo recomendó para un ascenso y otras condecoraciones.
Hablar de este popular personaje es hablar de la historia misma de la Unidad de Transito y Transporte Terrestre de Portuguesa, ya que él representaba con dignidad su profesión, esa que le dio la fama de un hombre indoblegable, cosa que hacia y siempre decía que lo mejor es lo que sucede, y el que se topaba con él siendo infractor no lo salvaba nadie, tenia su boleta segura, fuese quien fuese.
De incontables amigos y enemigos fortuitos, esos que él castigaba por ser infractores, siempre fue respetado por lo que hizo pegado invariablemente a la ley, a la que respeto y llevo constantemente muy en alto, logrando muchos beneficios colectivos por el bien de su unidad.
Aparte de su trabajo Boletica era un hombre conversador, amante del fútbol y fanático número uno del desaparecido Club Deportivo Baraure, allí compartió grandes triunfos con sus amigos, hasta acompañaba a la oncena a donde fuera a jugar. También ya en su decadencia y disfrutando de su merecida jubilación se acercaba hasta la alcaldía de Páez y junto al viejo Omar Salas entablaban largas conversas de horas y así con cualquier conocido en los bancos de la plaza Bolívar, personas se acercaban para preguntarle como era la Acarigua que él patrullo, y siempre decía era mucho más tranquila que en la que hoy habitamos.
Hoy José Boletica Escorche no esta con nosotros, se marcho una tarde veraniega, cuando el sol le pegaba en la frente en esas alcabalas móviles que montaba para solicitar papeles y licencias, ese mismo sol que muchas tarde lo vieron sudar, se lo llevo. Ya para la época de su frenética partida Escorche padecía de una enfermedad que lo fue mermando poco a poco,  lo fue llevando  a un final eterno, al lado de su apreciada esposa espero la llegada de su expiración, allí estaban sus hijos a los que siempre aconsejo.
En Altamira su ultima morada lo vio expirar, las calles que siempre vigilo esa tarde silenciaron la penosa perdida de unos de los grandes exponentes de las leyes, terminaba de fallecer el Sargento Mayor Retirado José Epifanio Escorche, que muchos conocimos como “el Sargento Boletica”.  Paz a sus restos.

sábado, 17 de marzo de 2012


El Olímpico Paulino Ferrer, del Zulia para Portuguesa
Mario Manzanares
El estado Zulia es cuna de grandes corredores en toda la historia del atletismo venezolano ha dado y sigue dando a la tricolor especialistas en pruebas de velocidad. Pero sin lugar a dudas la mejor y especial época del atletismo zuliano la constituyo la década de los 50 cuando un buen grupo de corredores saltaron a la palestra nacional e internacional, entre esos veloces corredores estaba el conocido Paulino Ferrer, quien llega a Portuguesa a dar lo mejor de sí y de sus conocimientos en beneficio del atleta de esta zona llanera. Paulino Ferrer brillo con luz propia a lo ancho y largo de nuestra geografía nacional, dejando marcas para que en el futuro fueran rotas por los nuevos atletas. Este hombre, callado pero cuando habla se le sale lo que sabe por los poros y sus conocimientos en el área deportiva le han permitido ganarse un puesto y el aprecio del portugueseño que le honro con su amistad.
Estar al lado de Estévez, Devonich y todas las gacelas zulianas le permitieron un sitial que solos los grandes han llegado, el Salón del deporte Zuliano lo tiene en lo más alto de su  escalafón nacional, es ejemplo y perseverancia para salir airoso en donde se colocara sus zapatillas de carrera y daba lo mejor de si en busca de la victoria, ganar era la consigna y ser el mejor de Venezuela su meta.
Comienza a competir por el  estado Zulia, por allá en los campos petroleros de Cabimas en el año 1948, siendo el mejor atleta ese año. Ese mismo año se fue a Caracas donde logro convertirse en el mejor atleta del Distrito Federal. Se trasladó hasta Monagas en el año 49 logrando nuevamente ser el mejor atleta nacional por segundo año consecutivo.
Se tuteo con los más grandes de la época, auténticas estrellas nacionales, la verdadera meca de oro del atletismo nacional, de grandes velocistas. Ferrer era especialista en 100 metros lisos donde fue campeón nacional, pero también dejo ver su clase y talento en los 200 metros, en los 400, en los 400 con vallas, era una fija en los relevos y también compitió en salto largo y salto triple.
Recuerda el olímpico Ferrer, que hasta donde él sabe  todavía en la actualidad en Venezuela su marca como el mayor ganador de medallas en juegos nacionales sigue vigente.
Internacionalmente Paulino Ferrer fue una fija en la selección nacional para los juegos Bolivarianos de Venezuela, Barranquilla, Cali, Guayaquil, Quito y se ganó el puesto a fuerza de derrochar clase y humildad a lo largo y ancho de América para estar presentes en los Juegos Olímpicos de Helsinki en 1952. Allí la delegación venezolana logro la primera medalla olímpica una bronceada en las piernas de Asnoldo Devonich en los 100 metros planos.
Paulino Ferrer llega al estado Portuguesa siendo un entrenador en Lara de baloncesto dándose a conocer en el estado al ganar el campeonato nacional en la disciplina. Aquí conocí a Ribas Encinozo un dirigente deportivo como pocos, al igual que Méndez Castellano, siendo ellos los que me propusieron que me viniera para este estado, que si me quería quedar y yo acepte el reto y de eso ya tengo casi 50 años en los corazones de los portugueseños.
¿De tus victorias en el atletismo internacional, cual es la que mejor recuerdas?
PF.-“La que con más cariño recuerdo es la de haber competido con el mejor vallista panamericano el colombiano Jaime Aparicio, toda una gloria deportiva de América y del deporte mundial, eso fue en Quito allí lo derrote y diez años después de ese día recibí una invitación desde la gobernación de Cali – Colombia, yo recibo pero no sabía cuál era la razón por lo que iba a esa ciudad. Cuando comienza el protocolo Aparicio tuvo la valentía de decirles a los periodistas presentes en el acto, aquellos que siempre le preguntaron por su retiro prematuro de las competencias siendo aún muy joven y con mucho futuro. Aparicio dijo esta hoy aquí en este recinto la causa de mi retiro del atletismo, entre nosotros esta Paulino Ferrer, él fue la causa de mi retiro, ese fortachón siendo un novatico me venció en buena lid y me dije llego el momento de abrir paso ya llego el relevo. De ese momento Aparicio se convirtió en leyenda y en uno de los atletas que más he admirado por su valentía y decoro.”
¿Luego de tu retiro como te ha ido y que has hecho?
PF.- “Me dedique a la enseñanza, tuve 28 años en el Consejo Venezolano del Niño (CVN) hoy INAM y ya desaparecido también. Trabaje al lado de ese gran gobernador, amigo del deporte y mejor persona Ing. Juan Pedro del Moral, quien me encomendó la construcción de los parques de recreación dirigida del barrio Algarrobo, barrio América, Píritu, Turen, Araure y Acarigua I. Allí se hizo una gran labor y todavía se mantienen en pie dando buenos frutos en pro de los niños. Ese trabajo me llevo a ser Coordinador Nacional de esa Institución por más de 20 años”.
¿De tus hijos quien continuo tus pasos?   
PF.- “El único que tengo acá en Acarigua es abogado, fue a uno juegos nacionales en atletismo pero luego se dedicó a sus estudios y actualmente ejerce funciones en la Alcaldía de Páez?
¿Qué dirigentes te ayudaron cuando llegaste a este estado? 
PF.- “Sin duda que el Ing. Juan Pedro del Moral, para mí el mejor dirigente aparte de gobernador, el hombre que más innovó en el deporte portugueseño.”
Este hombre del deporte merece el reconocimiento de todos nosotros, este humilde zuliano llego a Portuguesa con el único afán de enseñar y trabajar por el deporte de este estado. Llego para quedarse y allí está un trabajo que ha perdurado en el tiempo y el fu parte importante en el desarrollo de muchos niños portugueseños. Paulino Ferrer que después de ser una gloria del deporte mundial llega a Portuguesa para quedarse y con esa sabia, un rechoncha verborrea  logro hacer que los niños entendieran lo bueno y lo bello del deporte, palabras sabias de un hombre de mundo, aquel muchachón que en el frio de Helsinki al lado de todos los zulianos presentes en la junta Olímpica anduvieron sin camisa siendo criticado por muchos y lo tildaron de locos por no andar abrigados, pero al conocer de su procedencia, que eran de Venezuela pero del verdadero horno del mundo el estado Zulia, los criticones se quedaron mudos con la repuesta de ellos, “estos para nosotros en un pequeño aire acondicionado encendido para refrescarnos”. Cosas veredes, dijera Sancho.

Ramón “monche” Carucci de Turén para América
Mario Manzanares
El ciclismo desde hace muchos años ha sido una especialidad deportiva que ha dado al estado Portuguesa muchos y buenos pasistas que han brillado a lo largo y ancho de nuestro territorio y fuera de nuestras fronteras. Basta nombrar en la década de los años 50 corredores de la talla Manuel Segundo Rodríguez, hombre que se entregaba  en cada carrera, al igual que el extraordinario corredor Ramón “monche” Carucci quien fue duro de vencer y uno de los pocos que en esa época dorada de grandes corredores brillaron en las multidinarias carreras domingueras que se realizaban en las diferentes avenidas de Portuguesa, que para esa década tenían asfalto.
Ramón Carucci desde muy niño le entusiasmo estar activo, se la pasaba corriendo en las calles, y ya a los 10 años contaba con una bicicleta,  allí le agarro gusto al pedal ya que para todos lados iba como si estuviera compitiendo y en el año 1954 ya era todo un ciclista.
Esta calapedista portugueseño participo en cinco vueltas ciclísticas a Venezuela dejando muy en alto los colores del estado, al igual que asistió a los primeros juegos nacionales realizados en la capital de la republica Caracas en 1961 y a siete juegos deportivos más en su carrera.
Siempre como representante de Portuguesa Carucci le toco vestir la tricolor en aquel entonces hoy vinotinto en Colombia dejo buenos cronos y desde ya era una fija en competencias internacionales. Siempre fue un gran animador de las diferentes clásicas que se realizaban en Barquisimeto y aquí en Acarigua-Araure siempre defendiendo su equipo por muchos años Piratas del 62.
Este nativo de Turen comienza en este completo deporte en la categoría turismero o paseo y ya con dos años de experiencia en 1955 conoce a Nicolás Valderrama quien le ayuda y a los pocos meses ya estaba la categoría grande, la especial. En esta categoría ya brillaban entre otros Nicolás Valderrama, Ángel Bigott, “el chueco” Torres, Arcángel Bigott, Bernardo Aguilar, Ardo Yacobucci y luego aparecieron en el ambiente los especiales Manuel Segundo Rodríguez, Andrés Colmenarez, Adonay Ruiz, Luis Segundo Cordero (+) quien ya a corta edad se vislumbraba como uno de los que iba dar de que hablar pero un accidente fatal en una carrera lo saco de las carreteras y del ciclismo.
En una vuelta a Venezuela fuimos tres corredores recuerda Carucci, fueron patrocinados por ese gran hombre amante del deporte y por muchos años banquero, gerente del desaparecido Banco Lara Don Vicente Padilla, quien aportó 150 mil bolívares y todavía les quedo plata de regreso. Participaron en tres etapas, la primera Caracas-Puerto Cabello, la segunda etapa Puerto Cabello- Barquisimeto y la tercera Barquisimeto- San Carlos en la parte “A” y la “B”, San Carlos – Valencia y a última etapa se corrió Valencia – Caracas con llegada en el velódromo Teo Capriles. Ese equipo estuvo conformado por el desaparecido Regulo Méndez, Luis Segundo Rodríguez y Ramón Carucci.
Se unirían a esta trilogía de pedalistas otros grandes de la época tales como Argenis Salazar quien era una locomotora al momento de rematar, Alirio Quiroz, Asunción Pérez (el campesino), el catire Barrios entre otros, dándole a el ciclismo el empuje para que la avenida Las Lágrimas se llenara domingo a domingo, había si se quiere ciclismo del bueno.
Cada domingo se hacían aquí o fuera del estado competencias calapedisticas donde cada corredor buscaba lucirse en la competencia, en los años 57 y 58 la afición era tal que provocaba competir y en cada salida de competencia en la raya de salida siempre habían entre 60 a 70 contendientes, sinceramente no era necesario salir a otros estado a correr. Portuguesa siempre fue motor en este tipo de competición, eran emocionantes y muy barato el patrocinio, un tubular costaba 10 bolívares el más caro y una bicicleta especia unos 300 bolívares.
Para la época debemos mencionar un gran mentor de esta disciplina deportiva el presidente de la Asociación de Ciclismo de Portuguesa el gran Félix Parra Calvetti, quien aparte fue el primer locutor deportivo de Radio Acarigua y su programa Comentando Al Deporte fue de gran impulso tanto para el ciclismo como para otras nacientes disciplinas deportivas. Luego de parra Calvetti le sucedería en la Asociación otro gran baluarte del ciclismo Arturo Capriles, luego vendría Plaza un hermano llegado desde Colombia conocedor de este deporte y unos años después  llegaría a la máxima dirigencia de este deporte Jesús Lameda, todos ellos recordados aún por su entrega y mística y merecedores del respeto de todos los ciclistas.
Entre los patrocinantes  que recuerda Ramón Carucci están Vicente Padilla y el señor Quintana, esos señores los llevaban para todas partes, donde había competencia allí estábamos con el equipo “Juventud” que era conformado por Adonay Pérez, Camacho (de Ospino), Luis Segundo Cordero, Regulo Méndez y monche Carucci, ellos corrían con todos los gastos del equipo.
Sin lugar a dudas es época se puede recordar como la época de oro del ciclismo especial de Portuguesa, grandes competidores como Nicolás Valderrama (+) quien luchaba cada carrera como si fuera la última, quien no recuerda a Ramón “la pava” Hinojosa un bregador, Jesús Herminio Castillo (+) quien en su tiempo fue bedel de la escuela Hermanas Peraza donde lo recuerdan por su trabajo esmerado y su don de gente, allí todos podían subir al pódium, hubo muchas sorpresas a la hora de las llegadas, todos eran de gran categoría, no habían ciclistas flojos como lo recuerda Monche Carucci.
Las carreras domingueras eran exigentes, los clásicos más cortos superaban los 180 kilómetros, iban ida y vuelta a Biscucuy, a San Carlos y a Lara. Los más duros superaban los 300 km. Acarigua – San Felipe, Acarigua – Yaritagua. En las carreras para Biscucuy se hacían cada 20 días por lo exigente de la carretera, era peligrosa y la asociación no exponía a sus ciclistas. Cada competidor se entrenaba duro, se exigía al máximo, carreras largas no como los entrenamientos de ahora que limitan el recorrido, claro son épocas diferentes y el volumen de vehículos hoy día es mayor comparado con nuestros días, debe ser por eso también, nos dice Carucci.
“Nuestros entrenamientos eran exigentes, nos reunimos tres o cuatro ciclistas y salíamos a la 5 am. Íbamos a Biscucuy que son como trescientos kilómetros ir y venir, comíamos algo y para atrás llegando aquí a Acarigua entre dos y tres de la tarde. Se buscaba con ello tener un buen fondo físico, nadie entrenaba menos de 100 kilómetros diarios, en  carretera era biela y biela cero cuento, como si fuera una competencia,” nos aclara Carucci.
¿Qué carrera que ganaste recuerdas?
RC.- piensa un rato y contesta sin vacilar, “el clásico Polar, el presidente de esa empresa era el amigo Castañeda portugueseño. Esta clásica fue ida y vuelta a San Carlos y solo culminamos seis competidores la carrera, después de mi cruzaron la raya de sentencia ubicada al frente del bar Suramérica en la Plaza Bolívar Ramón Hinojosa, Nicolás Valderrama, Herminio Castillo, Manuel Segundo Castillo y Juan Linares (P).”
¿Luego de tu retiro, que ciclista has visto tú con esa mística y garra con las que ustedes compitieron?
RC.- “Luego de mi retiro por edad, he admirado por su calidad, por ser un luchador que no da nada por perdido y es un todo terreno me refiero a Gustavo Parra (el olímpico) y a Juan Linares, ellos dos se merecen mis respetos por ser buenos exponentes de lo que nosotros sembramos, ser fajadores no solo estar en la fuga sin hacer nada para estar fresco a la hora del embalaje y ganar, el ciclismo hay que sudarlo y sentirlo, ellos encarnan nuestra filosofía salir a ganar pero peleando cada metro de la competencia. Quiero recordar a un gran ciclista pero que tenía un defecto (si se le puede llamar defecto) que era que no luchaba, me refiero a Argenis Salazar un extraordinario rematador, las ganaba todas solo esperaba el momento para rematar y lo hacía con mucha clase y fuerza, ganándole a los mejores ciclistas de Venezuela y no a cualquiera entre otros a Víctor Chirinos, al gran Peraza (Lara), que eran tan buenos como él en esta especialidad de rematador y les gano y con ello muchos clásicos. Todo el tiempo comía rueda no era fajador como mi persona, Herminio Martínez, Nicolás Valderrama que siempre estábamos a la expectativa de cualquier salida o salíamos nosotros, porque uno en la cola del pelotón no hace nada, lo que puede es caerse ya que en una caída los de atrás son los que sufren lo peor. Los corredores buenos estábamos en diferentes clubes para que las competencias tuvieran lucidez y no se fueran por un solo lado las competencias.”
¿Qué le puedes decir a los nuevos ciclistas, a los de esta época, seis décadas después de ustedes?
RC.- “A los jóvenes de ahora que se están iniciando en este difícil y completo deporte del calapie, que tengan oficio, que hoy día hay más tecnología para ser mejores que nosotros, recuerden que el que va a servir lo hace desde el comienzo, que le hagan caso a su entrenador si lo tienen, y que no sean flojos que se den con todo en los entrenamientos para que sean buenos competidores y logren triunfar en este difícil pero emocionante deporte.”
Ramón Carucci cada mañana lo podemos ver por los alrededores de la plaza Bolívar de Acarigua, este viejo golpeado por la vida pero orgulloso de su pasado, un pasado glorioso, donde dejo sembrado su nombre en los corazones de todos los amantes de este apasionante deporte de la biela y el tubular, Carucci será por siglo ejemplo de multitudes, porque lo dio todo a cambio de nada, solo llevar muy en alto los colores de su estado, el que lo vio nacer y le rendirá tributo el día que nos deje, pero esperando que nuestro creador le de muchos años más a este especialista y aguerrido ciclista turenense.

El Pistachero de Acarigua

Mario Manzanares
Don Luis Garcia, el popular Pistachero de Acarigua.
Descansando en el Palmar
Las calles de esta gran ciudad, Acarigua son testigos del trabajo que realiza este humilde hombre pr vender su producto. Calle arriba y calle abajo con su caminar lento, su mirada caída  por el cansancio y los años que no perdonan, una cesta debajo del brazo, su frente sudorosa pero con una sonrisa y un humor a flor de labios escuchamos su frase de enganche “pistachos pa´se muchachos”.
Así es, este hombre que en sus años de mozo fue guardia nacional y su retiro decoros más su pensión lo “amarraron” como dice él entre cuatro paredes y un buen día decidió salir a vender, pero que vendo se preguntó y se le ocurrió la idea de vender semillas y así nace la historia del polifacético y dicharachero vendedor de pistachos Luis Pérez.
La venta de estos productos como el pistacho, que dicho sea de paso es el fruto del alfónago, maní, semillas de ahuyama, girasol, conservas de plátanos, tostones, en fin carga en su cesta una gran gama de variedad, este trabajo han hecho de Luis Pérez el caminante que lleva su mercancía por todos los rincones de Acarigua; bares, billares, refresquerías por todos lados conseguimos a el señor Luis.
Caída la tarde, este caminante del sabor Luis Pérez es un afija en el negocio El Palmar ubicado en el edificio Gómez López. Allí en una esquina donde ve pasar a todos se sienta a descansar sus viejos pies, coloca su cesta llena de mercancía a un lado y le pide a José una espumosa que con gran rapidez desaparece como acto de magia, el pobre tría sed, se escuchan los comentarios dentro del negocio y de inmediato hace una señal y aparece otra al frente de su maltratado cuerpo por los años.
Eulogio Agraez el popular “José”, dueño del negocio con su calma característica le lleva la “negra” hasta su mesa, ha esta la trata con más calma, saborea y mira de lado a lado y su frase pistacho pa´se muchacho se escucha nuevamente con más fuerza, las cuerdas vocales llegaron nuevamente y con la misma intensidad de como comienza la mañana sus ventas.
Sus casi ochenta primaveras no lo amilanan, día a día sale en busca de compañía la cual consigue en la calle; una vez dijo, “si me quedo en casa las paredes me llevaran para el cementerio, por eso me refugio en las calles, con mi gente que compra mis semillas”. Mis amigos.
Este hombre caucásico ya por la caída de los años, que le sirvió a la patria tres décadas en la GN, ya tiene un sitial ganado como hombre de bien. Reconocido por la gente, por sus clientes a los que él agradece por su compra, con su piel arrugada por el pasar del tiempo; Luis Pérez “el pistachero de Acarigua”, es un hombre que hizo con andar lento pero seguro, la historia menuda de esta metrópolis portugueseña, Acarigua.

 Mini Café símbolo de la fotografía en Acarigua
Mario Manzanares
Desde hace años este negocio se ha involucrado con la fotografía, el Mini Café que está ubicado en la antigua calle 11 hoy 28 con avenida 12 hoy Alianza y justo al lado del hotel Rio que desde su inicio, cuando la italiana recordada por todos como una dama antañona que preparaba un café exquisito y era muy visitado por sus coterráneos y por fotógrafos que iban allí a esperar que llegaran los colegas para hablar de lo que sabían, fotografías. Doña María, así se llamaba esta gran mujer que se ganó el respeto de todos los que visitan tan menudo lugar a disfrutar del delicioso café de María, como singularmente se le decía.
Desde Jaime Vargas hasta el reportero Armando Ibarra degustaron  este tinto hecho en casa de los fotógrafos, el Mini Café. Pero se preguntaran porque los fotógrafos iban a este lugar, no era tan solo por el buen café y la atención prestada por doña María, pues no; la razón primordial de sus visitas a este lugar era el laboratorio fotográfico de Don Jaime Vargas estaba a pocos metros del cafetín y esperaban que abrieran para llevar sus rollos a revelar y copiar, mientras tanto disfrutaban del buen café, la conversación amena con la dueña del negocio y las tertulias de fotografías entre ellos.
Pero un día se fue doña María, la inesperada muerte de su esposo hizo que esta gran dama querida por todos se fuera a su tierra de origen Italia, y vendió el lugar a otro extranjero, si para suerte de todos los fotógrafos lo compro un colombiano Domingo, un hombre de pequeña estatura y muy refunfuñón. Los cambios se notaron desde un principio, las discusiones con algunos fotógrafos no se hicieron esperar y comenzaron las diatribas por la estadía de ellos (fotógrafos) en el lugar (mini Café). Pasaron varios años y Domingo también se fue, este dejando más enemigos que amigos entre los gráficos, ya saben ustedes que los colegas les gusta alzar el codo y algunas veces se  le iban con la cabuya en los pie al buen amigo Domingo, con quien entable una duradera amistad, es tanto que su esposa es comadre.
El negocio permaneció varios días cerrado y todos pensamos le llegó la hora de uno de los sitios emblemáticos en Acarigua; la gente se preguntaba que le paso al mini Café, cerraron, a donde irán a ir los fotógrafos, preocupados se acercaban personas a preguntar por la suerte del negocio, no era para menos, a ese lugar iban en busca de fotógrafos todos aquellas personas que necesitaran la urgencia de algún trabajador de la cámara, allí siempre encontraban a uno.
Se comenzó a ver movimiento dentro del negocio y vimos como quitaron la valla que anunciaba lo que  hasta ese día seria lo que para todos los fotógrafos fue el mini Café en español, así como lo leen, ya que después de varios días se pudo observar que el nuevo nombre del negocio desde el momento de que abrió sus puertas nuevamente al público seria Hun mui, nombre asiático que al indagar de su traducción al español nos sorprendimos que significaba (Mini Café) en chino. Pero ya no sería igual, eran caras nuevas e idioma nuevo y por supuesto nuevo trato para con los clientes, este negocio abrió sus puertas con bombos y platillos de eso quedan solamente los bombos y unas cuantas máquinas de juego traga monedas. Siguen asistiendo religiosamente los fotógrafos los más asiduos visitantes son el gocho Noguera y Armando Ibarra entre otros, pero ya no es igual.
La ciudad sigue avanzando y los negocios van y vienen pero las tradiciones y los lugares comunes siempre serán recordados por su servicio al público y los recuerdos de lo que allí se pudo haber vivido.

jueves, 23 de febrero de 2012


Se nos fue Armando “La melena” Allen
Mario Manzanares
El desaparecido animador Armando Allen
con su amigo el chivo Silva, (Allen el de Bigote)
El mes de diciembre fue un mes si se quiere triste para los amantes de la música criolla, aunque parezca contradictorio que este mes que simboliza la alegría se vaya de nuestro lado el apreciado locutor y presentador, coplero, poeta, cantautor entre otros elogios que pudiéramos atribuirle al que fue para muchos el mejor presentador en vivo de la canta criolla y de sus artistas.
La “melena” como cariñosamente le decían sus amigos y fans dejo de existir en el mes de la felicidad para tristeza de sus seres queridos y todos aquellos que una entablamos amistad con este popular artista portugueseño, que a fuerza de talento se ganó los aplausos de todos los que disfrutaban de sus coplas a flor de labio, de su prosa introvertida y lo bien que declamaba e improvisaba sus propios versos.
La Melena Alelen y el chivo Silva entregan
 a Reina Lucero Placa de reconocimiento 
Armando Allen, ese hombre que cuando joven usaba una extensa y larga melena, de allí se ganó el mote que lo popularizo a lo largo y exitosa carrera dentro del mundo de la animación en vivo, siendo en muchos centros nocturnos aclamado por don de gente y gran amigo.
Con trabajo se supo ganar el respeto y aprecio de sus colegas animadores, quienes lamentaron la partida de este personaje que se supo ganar todo cuanto le otorgaron, pero sobre todo como me lo dijo otro grande de la animación como lo es Rafael Querales, “se fue uno, mejor dicho el mejor en este tipo de espectáculos, la presentación en vivo no es fácil y la “melena” lo hacía mejor que ninguno.”
Allen impuso un estilo recio, alegre y dicharachero que será muy difícil de imitar y mejor aún de igualar.
Se dio el lujo de presentar a los mejores de la canta criolla, Reina Lucero, Lila Morillo, Reinaldo Armas, “el carrao de Palmarito, al cubiro y en lo regional se lucia cuando en el escenario le tocaba cantar al gran tenor de los llanos Freddy “su majestad” Salcedo, a Cheo Hernández Prisco, entre otros.

Ya los centros nocturnos no serán iguales, ya no se escuchara la voz de quien fuera en vida el mejor, Armando “la melena “Allen.  Paz a sus restos.

Grandes maratonistas deslumbraron a Portuguesa

Mario Manzanares
Roberto Alvarado de los mejores maratonistas portugueseños en la ultima década 

Dos grandes del atletismo portugueseños,
Víctor Sulbaran y Mario Manzanares 
Las carreras de aliento han tenido muchos protagonistas en este estado. Desde la década de los setenta cuando yo comencé a ver este tipo de competencias fue el maratón aniversario del barrio Paraguay, la salida de esta gran carrera se hacía desde la Misión hasta el barrio, solo los corredores más aptos para este tipo de distancia formaban parte de la mística competencia.
De todo lado llegaban participantes, en esa época el dinero no formaba parte de la premiación, se hacía por ser el mejor y llevarse a su casa el trofeo como ganador. De Turen llegaba el formidable pasista,  pequeño de estatura, de cuerpo fornido y gran favorito para llevarse el primer lugar, era Estilito Montes, un profesor de educación física de la escuela Ciudad de Mérida, este corredor poseía todo los pergamino para ser vencedor pero tenía que demostrar con coraje y decisión su condición ya que desde Píritu llegaba nada menos que el Profeta Eloy otro corredor de grandes condiciones y corazón de campeón con gran experiencia y también seria de los favoritos. Al final se imponía el corredor turenense Estilo Montes que forma holgada y cómoda.
Guillermo Rojas, gran fondista de
 la década de los noventas
A esta carreras siguieron uniéndose grandes corredores, está por recordar una donde se enfrentaron jóvenes corredores con todos los veteranos que ya venían descollando en este tipo de pruebas. Aparecen en la palestra dos corredores más que dieron mucho de qué hablar en la década de los ochenta, me refiero a Carlos Almao, un corredor larguirucho de poblada barba y de paso constante y fuerte al igual que el flotador Amado Pérez araureño ambos corredores, estos jóvenes para la época se unieron a los favoritos ya catalogados y querían el trono de Montes, pero hubo una gran sorpresa otro diminuto corredor apareció en lisa y fue el gran vencedor en dos oportunidades, nacía otro pasista Fernando Ochoa, un acarigueño que vendría a demostrar de que estaba hecho y fueron varias las competencia donde salió avante este joven corredor.
Carlos Almao y Amado Pérez tomaron por asalto la mayoría de las carreras donde ellos llegaban, ganaban casi todos los maratones realizados en la zona Portugueseña. Grandes carraras se realizaban en Acarigua Araure y a nivel Nacional, maratones tales como Batalla de Araure, Paraguay, Tecni Sport, Gil Colmenarez, Presidente de la Republica, Día de Acarigua, Meridano de los Barrios, San Cristóbal, en el Meridiano se lució un buen día Amado Pérez de exquisita zancada y potente paso, quien lo veía correr decía ese corredor va como en el aire, flotando y muchos otros maratones se disputan en la geografía nacional y regional.
Una gran camada de nuevos maratonistas aparecen en la década de los ochenta, de los que puedo recordar aparecen en la palestra corredores de la talla de Guillermo Arroyo (+) el flaco como le decíamos sus amigos, Daniel Rodríguez de Campo Lindo al igual que yo Mario Manzanares, Carlos Alfonso (+) otro gran competidor aguerrido y duro de vencer perdió la vida al igual que Arroyo víctima de delincuentes. Aparece el orgullo de los Malabares y zona Rural de Araure Carlos Rodríguez ex miembro de la selección nacional y vencedor de grandes competencias regionales y nacionales, Carlitos fue un dictador en Portuguesa, aquí le dábamos pelea pero era duro de verdad. También llegaron a la lucha corredores de la talla de Alfredo Rodríguez, Luis Colmenarez, el negro de Guanare Quero un flaco de potente salida y paso sostenido, como olvidar al gran payarense Mabel Pérez el mira cielo, le decíamos así porque cuando había llegada en grupo él era un excelente rematador y al hacerlo miraba hacia el cielo como pidiendo al Señor le diera la ganancia.
De Rio Acarigua aparece un muchachito flaquito y poco hablador pero que venía por lo suyo me refiero a Víctor Sulbarán, este diminuto corredor llego para quedarse, acabo con todos, ya venían en decadencia muchos corredores y otros habíamos pasado al retiro. Sulbarán para mi concepto ha sido el mejor corredor del estado en pruebas de aliento, ganador de infinidades de competencia nacionales e internacionales a si lo demuestran. Vencedor del gran Maratón de Caracas, ganador de medallas de todos los colores y metales para Venezuela en competencias internacionales y en Juegos Bolivariano. Recientemente fue exaltado al Salón de la Fama del Deporte Araureño. Todavía sigue corriendo pero ya Víctor dio todo lo mejor de sí, siendo reconocido todo su aporte para que Portuguesa fuera reconocida a nivel nacional como cunas de grandes corredores.
En época más reciente nacen otros grandes maratonistas los hermanos Cornieles de Agua Blanca uno en ciclismo y el otro en pruebas pedestre han sido creo que los únicos hermanos miembros de la Selección Nacional de Venezuela nativos de Portuguesa, con ellos también llegaron los hermanos Alvarado Freddy y Roberto que también han marcado distancias en competencias nacionales. Estas dos generaciones de corredores han mantenido en la palestra al maratonista portugueseño, pero siempre hay alguno que da la pelea es el caso de Guillermo Rojas la piedrita en el zapato de Cornieles y los Alvarado, Guillermo orgullo de la zona sur de Acarigua merece un espacio aparte para contar lo que este joven ha hecho como corredor.
Son muchas las victorias y derrotas que estos grandes maratonistas han escrito en sus respectivas carreras, faltan muchos por nombrar pero al momento de sentarme en el computador no logre recordar a todos los que conmigo corrieron y los que corrieron en otras épocas, lo que sí quiero es que recuerden estos nombres que fueron ejemplo para las nuevas camadas de fondistas, lástima que hoy día las competencias ya no sean como antes, ahora el dinero marca la distancia de las carreras, pero seguimos haciendo historia y esperando los nuevos mesías de corredores que vendrán a llenar una nueva página en la historia del atletismo portugueseño.



Maratonistas portugueseños necesitan más pruebas durante el año para poder mantenerse en forma