sábado, 17 de marzo de 2012


El Olímpico Paulino Ferrer, del Zulia para Portuguesa
Mario Manzanares
El estado Zulia es cuna de grandes corredores en toda la historia del atletismo venezolano ha dado y sigue dando a la tricolor especialistas en pruebas de velocidad. Pero sin lugar a dudas la mejor y especial época del atletismo zuliano la constituyo la década de los 50 cuando un buen grupo de corredores saltaron a la palestra nacional e internacional, entre esos veloces corredores estaba el conocido Paulino Ferrer, quien llega a Portuguesa a dar lo mejor de sí y de sus conocimientos en beneficio del atleta de esta zona llanera. Paulino Ferrer brillo con luz propia a lo ancho y largo de nuestra geografía nacional, dejando marcas para que en el futuro fueran rotas por los nuevos atletas. Este hombre, callado pero cuando habla se le sale lo que sabe por los poros y sus conocimientos en el área deportiva le han permitido ganarse un puesto y el aprecio del portugueseño que le honro con su amistad.
Estar al lado de Estévez, Devonich y todas las gacelas zulianas le permitieron un sitial que solos los grandes han llegado, el Salón del deporte Zuliano lo tiene en lo más alto de su  escalafón nacional, es ejemplo y perseverancia para salir airoso en donde se colocara sus zapatillas de carrera y daba lo mejor de si en busca de la victoria, ganar era la consigna y ser el mejor de Venezuela su meta.
Comienza a competir por el  estado Zulia, por allá en los campos petroleros de Cabimas en el año 1948, siendo el mejor atleta ese año. Ese mismo año se fue a Caracas donde logro convertirse en el mejor atleta del Distrito Federal. Se trasladó hasta Monagas en el año 49 logrando nuevamente ser el mejor atleta nacional por segundo año consecutivo.
Se tuteo con los más grandes de la época, auténticas estrellas nacionales, la verdadera meca de oro del atletismo nacional, de grandes velocistas. Ferrer era especialista en 100 metros lisos donde fue campeón nacional, pero también dejo ver su clase y talento en los 200 metros, en los 400, en los 400 con vallas, era una fija en los relevos y también compitió en salto largo y salto triple.
Recuerda el olímpico Ferrer, que hasta donde él sabe  todavía en la actualidad en Venezuela su marca como el mayor ganador de medallas en juegos nacionales sigue vigente.
Internacionalmente Paulino Ferrer fue una fija en la selección nacional para los juegos Bolivarianos de Venezuela, Barranquilla, Cali, Guayaquil, Quito y se ganó el puesto a fuerza de derrochar clase y humildad a lo largo y ancho de América para estar presentes en los Juegos Olímpicos de Helsinki en 1952. Allí la delegación venezolana logro la primera medalla olímpica una bronceada en las piernas de Asnoldo Devonich en los 100 metros planos.
Paulino Ferrer llega al estado Portuguesa siendo un entrenador en Lara de baloncesto dándose a conocer en el estado al ganar el campeonato nacional en la disciplina. Aquí conocí a Ribas Encinozo un dirigente deportivo como pocos, al igual que Méndez Castellano, siendo ellos los que me propusieron que me viniera para este estado, que si me quería quedar y yo acepte el reto y de eso ya tengo casi 50 años en los corazones de los portugueseños.
¿De tus victorias en el atletismo internacional, cual es la que mejor recuerdas?
PF.-“La que con más cariño recuerdo es la de haber competido con el mejor vallista panamericano el colombiano Jaime Aparicio, toda una gloria deportiva de América y del deporte mundial, eso fue en Quito allí lo derrote y diez años después de ese día recibí una invitación desde la gobernación de Cali – Colombia, yo recibo pero no sabía cuál era la razón por lo que iba a esa ciudad. Cuando comienza el protocolo Aparicio tuvo la valentía de decirles a los periodistas presentes en el acto, aquellos que siempre le preguntaron por su retiro prematuro de las competencias siendo aún muy joven y con mucho futuro. Aparicio dijo esta hoy aquí en este recinto la causa de mi retiro del atletismo, entre nosotros esta Paulino Ferrer, él fue la causa de mi retiro, ese fortachón siendo un novatico me venció en buena lid y me dije llego el momento de abrir paso ya llego el relevo. De ese momento Aparicio se convirtió en leyenda y en uno de los atletas que más he admirado por su valentía y decoro.”
¿Luego de tu retiro como te ha ido y que has hecho?
PF.- “Me dedique a la enseñanza, tuve 28 años en el Consejo Venezolano del Niño (CVN) hoy INAM y ya desaparecido también. Trabaje al lado de ese gran gobernador, amigo del deporte y mejor persona Ing. Juan Pedro del Moral, quien me encomendó la construcción de los parques de recreación dirigida del barrio Algarrobo, barrio América, Píritu, Turen, Araure y Acarigua I. Allí se hizo una gran labor y todavía se mantienen en pie dando buenos frutos en pro de los niños. Ese trabajo me llevo a ser Coordinador Nacional de esa Institución por más de 20 años”.
¿De tus hijos quien continuo tus pasos?   
PF.- “El único que tengo acá en Acarigua es abogado, fue a uno juegos nacionales en atletismo pero luego se dedicó a sus estudios y actualmente ejerce funciones en la Alcaldía de Páez?
¿Qué dirigentes te ayudaron cuando llegaste a este estado? 
PF.- “Sin duda que el Ing. Juan Pedro del Moral, para mí el mejor dirigente aparte de gobernador, el hombre que más innovó en el deporte portugueseño.”
Este hombre del deporte merece el reconocimiento de todos nosotros, este humilde zuliano llego a Portuguesa con el único afán de enseñar y trabajar por el deporte de este estado. Llego para quedarse y allí está un trabajo que ha perdurado en el tiempo y el fu parte importante en el desarrollo de muchos niños portugueseños. Paulino Ferrer que después de ser una gloria del deporte mundial llega a Portuguesa para quedarse y con esa sabia, un rechoncha verborrea  logro hacer que los niños entendieran lo bueno y lo bello del deporte, palabras sabias de un hombre de mundo, aquel muchachón que en el frio de Helsinki al lado de todos los zulianos presentes en la junta Olímpica anduvieron sin camisa siendo criticado por muchos y lo tildaron de locos por no andar abrigados, pero al conocer de su procedencia, que eran de Venezuela pero del verdadero horno del mundo el estado Zulia, los criticones se quedaron mudos con la repuesta de ellos, “estos para nosotros en un pequeño aire acondicionado encendido para refrescarnos”. Cosas veredes, dijera Sancho.

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