jueves, 27 de agosto de 2020

 

Se apagó la luz de Eulogio “José” Agraez

 

Mario Manzanares

Comenzaba a dar yo mis primeros pasos en el reporterismo grafico cuando un día fui invitado por mi compadre Leopoldo Arellano a un simpático local llamado El Palmar, pero que las malas lenguas le llamaba UPI. Mi primera pregunta que le hice a José fue esa, porque le llaman UPI. Su repuesta fue de lo más jocosa que pude escuchar ese día, “pues, como le llamarías tu un lugar donde solo vienen periodistas y locutores a conversar de radio y prensa, sería ideal una sucursal de UPI, en el local al que regento”, su lógica respuesta.

Esa no sería la primera y última vez que yo asistiría a ese popular lugar a compartir con mi compadre. Gracias al lugar me fui haciendo amigos de muchos periodistas y locutores, y José Agraez siempre sonriendo a todo el que llegaba, nunca se le veía una mala cara con nadie, su negocio era atender y atender bien.

Allí cada mañana iba a comer una rica empanada de carne molida con un rico café que hacía en su máquina de antaño pero que todavía salía de ella un aromático y rico café.

En verdad el lugar era digno de ver personajes de la famosa Radio Acarigua, y los estelares periodistas de “Radio Noticia”, entre los que pululaban por el lugar, allí llegaba Yajure, Benjamín Parada, Cortes Anzola, el mismísimo locutor de la Botica Musical Norberto Pérez León, Rafael Querales de Brindis Criollo, Pepe Roldan que era el operador estrella de Radio Acarigua, entre otros.

Armando Roque López, radiodifusor y dueño de Radio Portuguesa venía a preguntar por el ranking de su emisora en el lugar de Radio Acarigua, claro no faltaba quien le tomara el pelo, entre ellos José.

 

“José”, aunque su real nombre era Eulogio Agraez, pero que todos lo conocimos así, José o Eulogio, oriundo de Algodonal que nació en 1944, y residenciado en Durigua II desde hace varios lustros, lugar donde un infarto lo sorprendió en su humilde morada, sacándolo de este mundo donde él se dio a conocer y apreciar por todos los que lo conocimos y supimos de su don de gente.

 A este hombre trabajador, casado con una gran mujer Norina, y deja en la orfandad a Kleiber, Daniel, Yomary y Mary Agraez. Todos ellos hijos de este ilustre personaje que con su gracia, don de gente y mejor amigo cautivo a sus amigos, clientes y todos los que por su negocio pasaban.

El Palmar, o UPI como mejor les parezca, fue un pequeño bar donde llegaban desde locutores, periodistas, vendedores de todo tipo, personajes que pasaban y disfrutaban de las anécdotas de José y sus ocurrencias.

Hay hasta la loca Inmaculada se tomaba par de tercios y seguía con su luna a otros lugares, se escuchaba cantar a Napoleón su guitarra mágica, sus dignas peleas con la soledad con su bolsita de queso o chicharrones, solo en un rincón del lugar. Se podía ver pasar vendedores de pistachos el más conocido Do Luis, vendedores de medias, carteras, colonias y el lugar popular para esperar a cualquier persona, ya que el edificio de la Liga Tuberculosa de Portuguesa era ampliamente conocido.

Con el pasar del tiempo y el encarecimiento de todo lo que José vendía en su negocio, este fue mermando, pero José se negaba a cerrar sus puertas y se mantuvo en pie de lucha hasta que su condición humana empezó a mermar, se sentía ya cansado, agotado por el trajín del tiempo que no perdona. José era una persona con Diabetes pero que siempre convivio con su condición, nunca se quejaba y a nadie molestaba, a su lado siempre en el negocio estuvo el cascarrabias Ramón, amargado pero buena gente, siempre presto a prestar ayuda a su amigo José.

El Palmar o UPI siempre recordara a este humilde hombre que desde Algodonal llego hasta Acarigua para hacer amigos y regentar uno de los negocios si se quiere más populares que han abierto sus puertas en Acarigua, no era cinco estrellas, pero era uno de los que más clientela tenia, y eso se debe a que su barman José Agraez como todos conocían, tenía el don de la amistad. Para todos a su familia, para su esposa Norina y todos sus hijos y nietos, mis palabras de sincera condolencia, por la amistad que me unió a su esposo y su padre. Hasta siempre hermano.

 

Nelson Dan un barines que echo raíces en Acarigua

 

Mario Manzanares

Hace ya un mes que se nos fue un amigo, un padre y un mejor hijo. Por ser todo eso se caracterizó este singular personaje, quien en vida fuera un ejemplo tanto en la profesión donde se destacó, la educación, profesor de matemática y del consejo a tiempo al alumno necesitado.

Un deportista que a lo largo de su vida como atleta siempre se acentuó por su don de persona. Responsable a carta cabal, ejemplo de todos los que lo acompañaron tanto en el beisbol, como en el softbol, y por supuesto en el futbol, tres de sus pasiones.

Era barines de nacimiento pero  acarigueño por adopción, llego por vez primera a la Reja de Guanare con sus padres, son siete hermanos, casi todos educadores, siendo Nelson un avanzado en la área de la docencia, donde fue maestro de aula y al momento de su partida era un Coordinador de la Zona Educativa y cursaba estudios de post grado, siempre mejorando su estatus como docente.

Tuve la oportunidad de contarme entre sus amigos, con su característico saludo “compadre”, paseaba por las calles céntricas de la ciudad que lo vio crecer, Acarigua. Estaba residenciado en la Goajira desde los años 70, quien junto a los Zabaletas, los Salas entre otros jugaron futbol sabanero en donde hoy se encuentra ubicado el mercado libre de la Goajira.

En el béisbol y softbol era un jardinero de buen alcance de piernas, un excelente primer bate, por la forma de llegar a base sin esforzarse mucho por tener fuerza, sino un buen contacto con la esférica que la ponía a jugar, como se dice en el argot beisbolero.

Nelson Dan, me acompaño por varias unidades curriculares cursando junto a i la Especialidad en Docencia Universitaria, la cual no concluyó por estar incurso en otra maestría avalada por el Ministerio de Educación, viéndose forzado a dejar la especialidad.

Fue facilitador de misión sucre por muchos años, donde se desempañaba como profesor de matemática en el lapso de iniciación universitaria. Allí deja un gran vacío, ya que escasean los profesores de su talla y de esa materia como es matemática.

Deja una mujer y varios hijos que extrañaran sus grandes dotes, tanto de esposo como de padre ejemplar. El día de su infausta partida de este mundo, estaba con amigos e hijos jugando lo que conocemos como una caimanera de futbolito, cuando sintió un pinchazo en su pecho, pidiendo cambio se retiró de la cancha y aun lado de todos sus compañeros, dejo de existir por causa de un infarto. Este gran hombre partió dejando aún muchas cosas grandes por hacer.

La Goajira lloró un hijo, Acarigua perdió un baluarte y un gran profesor y su familia llora su partida por todo lo que dejo pendiente por hacer, aquel caballero de cabello blanco, que a todos con sonrisa en sus labios decía “compadre”.

 

 


 

 

 





Francisco Giménez

De cantador de strike a contador público

 


Por Mario Manzanares

                                                                       

  Desde pequeño gusto del bei

sbol, un deporte que venía creciendo a grandes pasos, gracias al impulso del zapatero pelotero y dirigente deportivo Roseliano Pérez, un hombre que dedicó parte de su vida al deporte rey del venezolano, tanto fue su entrega que hasta un estadio hizo solo con la ayuda de los amantes de este deporte.

Entre esos jóvenes andaba un niño inquieto, detrás de la pelota, con un guante cocido a mano de lona vieja, el muchacho era Francisco Giménez, quien desde chico se destacó como pelotero, jugando cualquier posición, con tal de jugar.

Fue tomado en la categoría infantil por la escuadra del profesor ya retirado del beisbol muy joven por lesión, la gran tercera base Miguel Herrera, quien conocía de las habilidades de Giménez con el guante y el madero.

Para la época de los años 50, había gran entusiasmo por este deporte y gran cantidad de equipos hacían del béisbol el pasatiempo de los fines de semana. Desfile por la calle Real de Acarigua, hoy Libertador, al son de la banda municipal, desfile que terminaban en el acondicionado estadio, que en la década de los setenta le darían el nombre de “Roseliano Pérez”, coso que se convirtió en un icono del deporte del diamante, por tener características muy peculiares.

Francisco Giménez, estudiante de la escuela primaria para varones “Raimundo Andueza”, alternaba sus estudios con la práctica, o sin antes de hacer tareas y oficios del hogar, hasta no terminar no iba al estadio.

Eran momentos duros y se tenía que trabajar duro para lograr conseguir lo que se buscaba, la familia Giménez no era la excepción. En practica a la orden de ese baluarte arquitecto de personalidades, forjador de hombres sanos, así fue catalogado Miguel Herrera, quien desde chico aprendió la labor de tipógrafo y la alterno como pelotero, hasta llego a ser catalogado como el mejor tercera base de todos los tiempos, por los que lo vieron jugar.

En plena juventud estudia contabilidad en el Instituto de Comercio Acarigua, y extendió su experiencia con cursos realizados en INCE, en ambos sitios aprendió el oficio auxiliar de contador, y los años de experiencia lo llevaron a ser un exitoso tenedor de libros y de llevar la contabilidad de muchas empresas de Acarigua-Araure.

Llegó a jugar hasta la categoría clase “A” con afanados equipos como el Portuguesa BBC, con quien salió campeón.

Ya consagrado como pelotero le pico el zancudo del arbitraje y al lado de Antonio Ríos, comienzan en la difícil tarea del arbitraje. A Giménez de fuerte carácter no se le hizo difícil adaptarse rápidamente al nuevo trabajo, ahora ya era contador y pasaría también a ser cantador de strike y bolas, donde le fue muy bien en beisbol.

Francisco Giménez, en su época de árbitro era un hombre serio en su trabajo, de franca amistad y respeto, de ancho bigote negro, regordete de una estatura mediana no llegaba a metro setenta, se hacía respetar detrás del home. Los peloteros respetaban su trabajo y se dio a conocer por su rectitud y honradez.

En la década de los ochenta, lo conocí como árbitro de softbol, en la desaparecida liga Araurigua, que presidia otro grande del deporte portugueseño Alejandro “Gato” Moreno, de quien pronto hablare. Esta liga funcionaba en el estadio “Enriche.Villanueva” de la Fundación Mendoza. El día de su inauguración (el estadio), vestido de Shitdompager recibió el saludo del Presidente de Venezuela el acarigueño Luis Herrera Campins, quien vino a la inauguración de ese bello complejo deportivo, hoy solo sobrevive el estadio de softbol. Esa mañana se inauguraba un campeonato nacional de softbol juvenil e inauguración del estadio. Con Giménez estaban en plan de árbitros, Antonio Ríos, Nery Colmenarez, Feliz Saavedra, entre otros.

Por muchos años fue arbitro de este popular deporte, se fue retirando del beisbol hasta quedarse solo con el softbol, siempre con su liga que fue fundador y defensor.

En las postrimerías de su vida, un penosa enfermedad lo retiro definitivamente de su pasión, ya no volvería a cantar bolas o strike, una repentina ceguera se encargó de eso. Luego fallecería.

Francisco Giménez, se casó con la bella madrina y reina del beisbol doña Esperanza Ríos Mercado, con quien tuvo tres hermosos hijos, Cesar quien siguió los pasos de su padre, hoy día es entrenador de beisbol, Nadia, ya fallecida y Libia. Residió por muchos años en la urbanización Durigua II, hasta la hora de su desaparición física, muy cerca de quien escribe esta crónica. Fue mi amigo, y fueron muchas las noches que nos fuimos de parra, a disfrutar y a echar cuentos, siempre en el Dart de Alejandro Moreno, con Feliz, Nery, Giménez, Felipe Alfaro y mi persona, ya reportero de Ultima Hora.

Eran muchos los locales nocturnos que visitábamos luego de las largas jornadas de juegos fijados por la liga, y llegaba la hora de descansar y pasarla bien. Aquí todo éramos amigos y compadre, y se pasaba bien.

 

 

Mercados municipales de Acarigua

 

Por Mario Manzanares

 

Acarigua a lo largo de su rica historia ha crecido gracias al empuje de su gente, de acarigueño trabajador, laborioso que desde muy temprano en la mañana sale a la calle a buscar el pan para llevar a casa.

Los mercados municipales, lugar donde se vende desde aliños verdes hasta la mejor ropa de moda de las grandes urbes del mundo. El primer mercado libre, porque vende todo aquel trabajador informar, ubica un puesto en el mercado y con permiso del concejo municipal comienza su trabajo de buhonero o comercial informar. Este primer mercado se ubicó donde hoy día está el conocido centro de diversiones “El Salón de Pipe”, lugar esté que causo furor en la década de los 80, hasta se presentó el programa de Televisión “Cuéntame ese Chiste”, de grata recordación en Venezuela.

Era un  moderno local donde llegaban vendedores de todo el estado, también de pueblos y estados vecinos. Al cerrar sus puertas este mercado y dar paso al progreso, los vendedores ubicaron un espacio solo en la cercanía de la plaza Bolívar de Acarigua, específicamente en el lugar donde se ubica hoy la Panadería Santa María, Marquetería Sucre, frente al Internado femenino y la antigua sede de la Seguridad Nacional, hoy lugar de recreación de los Adultos Mayores.

En ese lugar duraron hasta que fue construido el mercado libre que tuvo como sede en Campo Lindo, un moderno local lleno de confort y comodidad, pero que al parecer no lleno las exigencias de los vendedores y se construyó otro en la Goajira,

Ese moderno local de Campo Lindo sirve en la actualidad como sede de la comandancia de Policía del Municipio Páez, desde la época de la década de los 70, la policía que tampoco tenía una sede fija, ya que se mudaba a cada rato, se logró una sede digna, claro luego de su remodelación de mercado a policía.

Para 1974 aproximadamente, se  inaugura la sede actual del mercado libre, allí según el profesor Nelson Dan, amante del futbol en su juventud me contó, que en ese lugar había un solar extenso donde ellos practicaban su deporte, y luego se inició la construcción de la estructura que daría nacimiento al mercado de la Goajira, y un bello parque infantil donde existía un tobogán de más de 15 metros de altura y unos cuatro metros de ancho, donde se pagaba medio por lanzarse al vacío. También el Abogado y exfutbolista profesional Omar Salas, me comento que él llegó a la Goajira en 1970 y allí nada existía y luego nacería el establecimiento que alberga vendedores de casi todo el estado y vecinos.

El mercado libre ha sido fuente de crecimiento y de trabajo para todos aquellos emprendedores que buscan el bienestar para ellos y los suyos. Muchos han querido sacarlo de La Goajira pero no han podido, ya que es un lugar céntrico donde los habitantes de Acarigua-Araure pueden venir a comprar sus verduras, aliños, carnes rojas, blancas y pescado, aparte de ropa íntima como de vestir, es el Centro Comercial de Acarigua-Araure y de todos los que no poseemos  riqueza y este esplendido lugar se consigue más económicos que en las afamadas tiendas de la Libertador y Alianza y modernos centros comerciales construidos en las ciudades hermanas.

 


 

Más de 35 años

Que el Concejo Municipal de Páez

No lo presida una dama

 

Mario Manzanares

Cronista Oficioso de Acarigua

Siendo las profesoras Judith de Bello e Isabel de Cadevilla las ultimas presidentas del Concejo Municipal, en la  nueva era democrática, llamada quinta república, solo una dama ha logrado dirigir las sesiones de concejales en el municipio Páez, se trata de la profesora Milagro Díaz, esto sucedió en el periodo de la Alcaldesa  Zenaida Linares Acosta, en el inicio del siglo XXI.

La profesora Tatiana Delgado de Niño, ya fallecida, quien fue la primera alcaldesa electa por el voto popular, fue presidenta del Concejo porque aún existía esa dualidad de poderes, quien era electo alcalde, era presidente del cabildo.

A la profesora Tatiana, le tocó en su época bailar con la más fea, se convirtió en la primera alcaldesa electa del Partido Comunista en Venezuela, aparte que lo hizo cuando la mayoría de los poderes nacionales estaban en manos de Adecos. En Portuguesa no era la excepción, primero tuvo que luchar con una cámara edilicia en contra, ya que el partido comunista logró la alcaldía pero no la mayoría de concejales; trayendo como consecuencia trabas en los presupuestos y en las obras, negándole todo a la burgomaestre, más sin embargo la profe pudo sortear todos esos obstáculos en casa.

En segundo lugar el gobernador para la época, también primer electo popularmente, recuerden que al gobernador lo nombraba el presidente de la república, y siempre era del partido de gobierno. En ese momento histórico era Elías D’onghia, quien jugo al fracaso del gobierno municipal.

Tercer inconveniente que se puede describir, era tener en contra a los medios de comunicación uno radial y otro impreso, donde los dueños de estos tenían el corazón blanquito y no rojito, quienes no le perdonaban absolutamente nada, toda crítica, todo lo que estaba mal ellos lo dramatizaban más, hasta poner ese pueblo que la eligió en su contra.

Finalizado el gobierno de la profesora Tatiana de Niño, un concejal en ejercicio logra la simpatía de los adecos y lo hacen su representante como candidato a las elecciones, y con el remoquete y eslogan “El alcalde de los Vecinos”, Pedro Zapata gana el periodo 92-95 con una amplia votación y con toda la cámara blanquita hizo un gobierno si se quiere regular. Recuerdo que fue muy criticado cuando compro unos autobuses al muy estilo de Amaral y Urrieta, líneas de buses que cumplían con el servicio de transporte en Páez.

A Zapata se le ocurrió la brillante idea de colocar en los autobuses (cinco en total) su nombre “Pedro Zapata”, algo que estaba prohibido para ese momento político, eso lo perjudico y bajo su popularidad.  Como su eslogan lo decía, trabajo con las asociaciones de vecinos, logrando sanear algunos problemas conseguidos, tales como, cloacas, asfaltado, aceras entre otros.

En las elecciones siguientes aparece en la palestra pública, un candidato conocido por su anterior gobierno como presidente del concejo municipal y sería el último alcalde- presidente del municipio, me estoy refiriendo al Dr. Dimas Salcedo Nadal y sus hormigas de Alpaez. En esta oportunidad al doctor Salcedo fue apoyado por los Copeyanos y masistas, derrotando al candidato adeco el radiodifusor Oswaldo Ramírez, quien había desplazado al independiente que no era otro que Dimas Salcedo y los verdes y naranjas le ofrecieron la tarjeta y el acepto logrando ganar, pero con toda la cámara blanquita.

 

El doctor Dimas logró un gobierno de gran mérito, lucho y logro cambiar la  cámara toda a su favor, logrando quitarle la mayoría a los adecos. Como presidente del concejo el Dr. Salcedo no faltó a ninguna sesión ordinaria, todas las presidió, dando ejemplo de responsabilidad y atendiendo a su pueblo. Apoyo a las comunidades, al deporte y la ciudad siempre se mantuvo limpia.

Cuando le toco entregar el poder, hizo entrega de una alcaldía sin deudas, con una línea  de camionetas y camiones en buen estado, una línea amarilla maquinaria que estaban en plenitud de funcionamiento y varias compactadoras de residuos sólidos, al alcalde entrante y primero de la era revolucionaria el TSU Douglas Pérez.  

El alcalde Pérez,  el primer chavista electo como alcalde con la tarjeta de MVR o Movimiento Quinta República, fue un gobierno de dar a conocer lo que quería lograr el gobierno nacional, ir instruyendo al pueblo a lo que se vendría, que no era otra cosa que el socialismo del siglo XXI.

Su gobierno ha sido uno de los más criticados hasta este momento, ya que para muchos acarigueños fue el que menos hizo por la ciudad y las comunidades. De Douglas se pueden observar aun los faros del saber. Que solo el nombre quedo, ya que el que está en el parque Andrés Eloy Blanco, al menos lo utilizan para saber cuántos buses Yutón trabajaran cada día y para refugiarse de la lluvia y del sol. El otro ubicado en la Escuela Hermanas Peraza, este ya parece ruinas de muchos siglos, nadie hace nada para rescatarlos, me gustaría de salir seleccionado Cronista de Acarigua, solicitarlo como sede de la Oficina del Cronista y ponerla al servicio de la comunidad. Ya del gobierno de Douglas Pérez nadie recuerda nada, solo malos recuerdos.

Vendría otro cambio con el proceso revolucionario, la escogencia de los candidatos por la base, y aquí el partido Podemos lanzo a la palestra de la dirigente exdiputada Zenaida Linares Acosta. Alzándose con la victoria interna y eleccionaria.

Con el Slogan “Acarigua Bonita”, sale a la calle el gobierno de Linares Acosta, basándose principalmente en la ayuda social, colaborando con operaciones, gastos médicos, medicinas y llevándole comida a los más necesitados, Una obra social de gran valor pero que como dicen los políticos, no dan votos. Zenaida descuido un poco la Acarigua Bonita que pregonó. Una mujer de gran valor religioso, apegada a la familia, ayudo mucho a sus obreros y empleados. Abrió casas de alimentación para atender a los adultos mayores que estaban desprotegidos.

Llegarían nuevamente las primarias del Polo Patriótico y aparece el liderazgo del negro Efrén Pérez, quien vence en dura pelea a Zenaida y la derrotada hizo entrega la bandera de la candidatura a un miembro del PSUV, y desde ese primer momento El Alcalde Efrén Pérez se ha mantenido en el poder hasta la actualidad. El “Negro” Efrén a pesar de contratiempos de salud no ha dejado de luchar por Acarigua, rompió el hechizo que ningún alcalde repetía en Acarigua, y ya van varias sardinas comidas y repetidas, convirtiéndose en un alcalde duro de roer,

La alcaldía de Páez se prepara para la celebración de los 400 años de su fundación, y el alcalde Pérez prepara  unas series de actividades y de obras de envergadura que se están realizando e inaugurando en tan importante fecha.

A mi manera de ver y observar, Efrén Pérez ha logrado hilvanar un par de gestiones muy buenas, dándoles respuestas a las comunidades a pesar de las dificultades económicas por la que atraviesa el gobierno nacional por la cantidad de trabas puesta por la oposición y la injerencia de gobiernos enemigos del proceso revolucionario.

La actual cámara municipal tiene en sus curules varias mujeres que seguro estarán esperando su turno para regir la presidencia del ente edilicio, y seguro estoy que la mujer que ejerza esa función lo hará con la prestancia y responsabilidad que siempre han caracterizado a la mujer acarigueña.

 

 

Mario Peraza: un dibujante que jugueteó con la vida

 

Mario Manzanares Parra

Cronista Oficioso de Acarigua

La vida nos regala momentos difíciles, pero también nos da muchas alegrías las que debemos disfrutar, Dios nos regala dones para ser mejores personas, que nos deben servir para llevar una vida ordenada, no abusar de las regalías que nos ayudan, pero a veces no hacemos caso y tiramos toda a la basura.

Mario Peraza, es uno de esos personajes que Dios le regalo un don, el de dibujar y hacerlo bien, vivió una niñez como la de cualquier otro joven de descendencia humilde, de gente trabajadora como su familia.

La juventud de Mario fue dura, ya que tuvo que enfrentarse a la ruda realidad de trabajar a corta edad para ayudar a su casa, siendo uno de los hijos mayores de la familia, tenía que ayudar a sus padres con el quehacer del trabajo.

Así transcurrió su vida hasta que llegó su adultez, descubrió ese don que le había regalado Dios, el de dibujar y comenzó a desarrollar sus dotes, pero las malas ajuntas le llevaron por el camino erróneo, sus nuevas amistades lo introdujeron en el mundo del alcohol, y comenzó su desorden en la vida,

En ese mundo, cayó en lo más bajo que puede caer el ser humano, se descuidó personalmente, comenzó a dormir en las calles de la ciudad que lo vio nacer y crecer. El mundo del alcohol lo llevo a jugar con su personalidad, en la plaza bolívar se bañaba sin importarle quien lo viera o no desnudo, con la mirada indiferente de su familia y las autoridades que no le paraban. Ya su estado mental no le permitía actuar con conciencia.

Más de una vez, fue llevado a un local de rehabilitación, de donde se escapaba y volvía a caer, una y otra vez, hasta que dejaron de llevárselo al ver que ya no se podía salvar quien no quiere buscar la salvación.

Hoy ya Mario Peraza dejo de existir, murió ante su propia indolencia, esa que le produjo ese fantasioso mundo de los que se sumergen en el mundo del alcohol o las drogas, de ese mundo que muy pocos regresan. Ya el “loco” Mario como muchos lo llamaban, ya no está, ya nadie lo ve con su botella de caña barata en la plaza Bolívar de Acarigua, ya nadie se ríe de sus dibujos o travesuras de rascado, que para algunos eran producto de su estado a veces de embriaguez y otros de locura que ya trastornaba su cerebro.

Hoy me pregunto, que sería de este popular personaje, si la vida le hubiese ofrecido otro tipo de oportunidades, acaso no estaríamos hablando de un gran pintor, o una celebridad en el mundo de la pintura. Que hubiese pasado si a Mario Peraza le hubiesen tenido paciencia, y trabajado dándole la oportunidad de hacer lo que realmente le gustaba, dibujar, porque en medio de sus borracheras, lo observe haciendo grandes bosquejos de dibujos que salían de su desordenado cerebro, y a más de una persona admirando ese arte que se desperdiciaba en este popular personaje de la Acarigua de los 90.

Que no se sigan perdiendo estos talentos que andan por esas calles de esta Venezuela un poco desorientada, que no sabe qué hacer, aunque lo tiene todo, hasta un gobierno socialista que busca crear oportunidades para todos estos Mario Peraza que deambular con su pensamiento y arte escondido, a veces tras una botella de ron.