jueves, 27 de agosto de 2020

 

Mario Peraza: un dibujante que jugueteó con la vida

 

Mario Manzanares Parra

Cronista Oficioso de Acarigua

La vida nos regala momentos difíciles, pero también nos da muchas alegrías las que debemos disfrutar, Dios nos regala dones para ser mejores personas, que nos deben servir para llevar una vida ordenada, no abusar de las regalías que nos ayudan, pero a veces no hacemos caso y tiramos toda a la basura.

Mario Peraza, es uno de esos personajes que Dios le regalo un don, el de dibujar y hacerlo bien, vivió una niñez como la de cualquier otro joven de descendencia humilde, de gente trabajadora como su familia.

La juventud de Mario fue dura, ya que tuvo que enfrentarse a la ruda realidad de trabajar a corta edad para ayudar a su casa, siendo uno de los hijos mayores de la familia, tenía que ayudar a sus padres con el quehacer del trabajo.

Así transcurrió su vida hasta que llegó su adultez, descubrió ese don que le había regalado Dios, el de dibujar y comenzó a desarrollar sus dotes, pero las malas ajuntas le llevaron por el camino erróneo, sus nuevas amistades lo introdujeron en el mundo del alcohol, y comenzó su desorden en la vida,

En ese mundo, cayó en lo más bajo que puede caer el ser humano, se descuidó personalmente, comenzó a dormir en las calles de la ciudad que lo vio nacer y crecer. El mundo del alcohol lo llevo a jugar con su personalidad, en la plaza bolívar se bañaba sin importarle quien lo viera o no desnudo, con la mirada indiferente de su familia y las autoridades que no le paraban. Ya su estado mental no le permitía actuar con conciencia.

Más de una vez, fue llevado a un local de rehabilitación, de donde se escapaba y volvía a caer, una y otra vez, hasta que dejaron de llevárselo al ver que ya no se podía salvar quien no quiere buscar la salvación.

Hoy ya Mario Peraza dejo de existir, murió ante su propia indolencia, esa que le produjo ese fantasioso mundo de los que se sumergen en el mundo del alcohol o las drogas, de ese mundo que muy pocos regresan. Ya el “loco” Mario como muchos lo llamaban, ya no está, ya nadie lo ve con su botella de caña barata en la plaza Bolívar de Acarigua, ya nadie se ríe de sus dibujos o travesuras de rascado, que para algunos eran producto de su estado a veces de embriaguez y otros de locura que ya trastornaba su cerebro.

Hoy me pregunto, que sería de este popular personaje, si la vida le hubiese ofrecido otro tipo de oportunidades, acaso no estaríamos hablando de un gran pintor, o una celebridad en el mundo de la pintura. Que hubiese pasado si a Mario Peraza le hubiesen tenido paciencia, y trabajado dándole la oportunidad de hacer lo que realmente le gustaba, dibujar, porque en medio de sus borracheras, lo observe haciendo grandes bosquejos de dibujos que salían de su desordenado cerebro, y a más de una persona admirando ese arte que se desperdiciaba en este popular personaje de la Acarigua de los 90.

Que no se sigan perdiendo estos talentos que andan por esas calles de esta Venezuela un poco desorientada, que no sabe qué hacer, aunque lo tiene todo, hasta un gobierno socialista que busca crear oportunidades para todos estos Mario Peraza que deambular con su pensamiento y arte escondido, a veces tras una botella de ron.

 

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