Mario Peraza: un
dibujante que jugueteó con la vida
Mario
Manzanares Parra
Cronista
Oficioso de Acarigua
La
vida nos regala momentos difíciles, pero también nos da muchas alegrías las que
debemos disfrutar, Dios nos regala dones para ser mejores personas, que nos
deben servir para llevar una vida ordenada, no abusar de las regalías que nos
ayudan, pero a veces no hacemos caso y tiramos toda a la basura.
Mario
Peraza, es uno de esos personajes que Dios le regalo un don, el de dibujar y hacerlo
bien, vivió una niñez como la de cualquier otro joven de descendencia humilde,
de gente trabajadora como su familia.
La
juventud de Mario fue dura, ya que tuvo que enfrentarse a la ruda realidad de
trabajar a corta edad para ayudar a su casa, siendo uno de los hijos mayores de
la familia, tenía que ayudar a sus padres con el quehacer del trabajo.
Así
transcurrió su vida hasta que llegó su adultez, descubrió ese don que le había regalado
Dios, el de dibujar y comenzó a desarrollar sus dotes, pero las malas ajuntas
le llevaron por el camino erróneo, sus nuevas amistades lo introdujeron en el
mundo del alcohol, y comenzó su desorden en la vida,
En
ese mundo, cayó en lo más bajo que puede caer el ser humano, se descuidó
personalmente, comenzó a dormir en las calles de la ciudad que lo vio nacer y
crecer. El mundo del alcohol lo llevo a jugar con su personalidad, en la plaza
bolívar se bañaba sin importarle quien lo viera o no desnudo, con la mirada indiferente
de su familia y las autoridades que no le paraban. Ya su estado mental no le permitía
actuar con conciencia.
Más
de una vez, fue llevado a un local de rehabilitación, de donde se escapaba y volvía
a caer, una y otra vez, hasta que dejaron de llevárselo al ver que ya no se
podía salvar quien no quiere buscar la salvación.
Hoy
ya Mario Peraza dejo de existir, murió ante su propia indolencia, esa que le
produjo ese fantasioso mundo de los que se sumergen en el mundo del alcohol o
las drogas, de ese mundo que muy pocos regresan. Ya el “loco” Mario como muchos
lo llamaban, ya no está, ya nadie lo ve con su botella de caña barata en la
plaza Bolívar de Acarigua, ya nadie se ríe de sus dibujos o travesuras de rascado,
que para algunos eran producto de su estado a veces de embriaguez y otros de
locura que ya trastornaba su cerebro.
Hoy
me pregunto, que sería de este popular personaje, si la vida le hubiese
ofrecido otro tipo de oportunidades, acaso no estaríamos hablando de un gran
pintor, o una celebridad en el mundo de la pintura. Que hubiese pasado si a
Mario Peraza le hubiesen tenido paciencia, y trabajado dándole la oportunidad
de hacer lo que realmente le gustaba, dibujar, porque en medio de sus
borracheras, lo observe haciendo grandes bosquejos de dibujos que salían de su
desordenado cerebro, y a más de una persona admirando ese arte que se
desperdiciaba en este popular personaje de la Acarigua de los 90.
Que
no se sigan perdiendo estos talentos que andan por esas calles de esta
Venezuela un poco desorientada, que no sabe qué hacer, aunque lo tiene todo, hasta
un gobierno socialista que busca crear oportunidades para todos estos Mario
Peraza que deambular con su pensamiento y arte escondido, a veces tras una
botella de ron.
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