jueves, 23 de febrero de 2012


Tony Rodriguez,
50 años llevando el ritmo en la sangre

Tony Rodriguez el gran músico popular
Mario Manzanares
El cantante popular Tony Rodríguez llego a la ciudad de Araure siendo muy pequeño, vino con sus padres del vecino estado Lara, y se establecieron en el sector de la planta eléctrica ubicada en la bajada del hospital y hoy día barrio San Pablo. Este conocido artista nace en 1942 en Duaca precisamente en el Paso de Tacarigua y en su  aventura hasta esto lares llega con sus padres y tres hermanos más, dos hembras y un varón, a parte de él.
La primera parada antes de sembrarse en tierras portugueseña fue una breve estadía en el caserío La Loma (Lara), allí gracias a un trabajo que su papa consiguió agarrando café duramos poco ya que los viejos deciden venirse hasta Portuguesa, buscando mejorías para la familia. Todo eso lo hacíamos camino arriba y camino abajo por los cerros de Araure alcanzando  los lados de Camburito y ese día el rio estaba crecido y tuvimos que acampar al lado del cauce hasta el día siguiente, en la intemperie y en la mañanita logramos cruzar, no había ni señal de hacer puente como ahora, recuerda Tony.
El rio Camburito para esa época llevaba mucha agua, no como ahora este hermoso rio se está secando, con nosotros venia una perrita llamada Laica, nos seguía para donde nosotros fuéramos. De tanto caminar llegamos Araure, no sabíamos dónde acampar, mis viejos no conocían a nadie, con la suerte que divisamos una casita de palma abandonada casi en el suelo por ahí en la bajada del hospital. Ahí rehicimos nuestras vidas. Mi viejo comenzó a buscar trabajo, no era fácil, la vida era dura y había que probar de que estaba hecho uno, no conocíamos a nadie, nos miraban como forasteros, pero para adelante. En ese lugar  duramos un tiempito, nos dice Tony Rodríguez, ya tenía como siete años y le gustaba cantar, en las tarde salía y se ganaba unas lochas cantando, ya que desde chavalito le gusto la música, y tenía raíces ya que sus tíos eran lutier, fabricaban sus propios instrumentos musicales desde violines hasta bandolas, todos ellos eran músicos de pura cepa. Transcurrido un corto tiempo mis viejos se mudan a la Cañería y los viaje  hacia Acarigua eran más frecuente ya el viejo tenia trabajo como peón de hacienda, le gustaba la agricultura, allí nos establecimos al lado del aserradero de don Tomas Zicarelli, el Araure. Todo eso era una montaña cerca de la quebrada de Araure, allí el viejo construyo una choza, el agua la buscábamos en la quebrada, en ese tiempo no había ni agua ni luz en las casas, eran pocas la que tenían luz, Acarigua era la que tenía luz con poste de madera muy rudimentaria por allá en el año 47 o 48 recuerda con nostalgia.
Como corredor Tony Rodriguez no es
tan bueno como en el teclado
En ese lugar fuimos creciendo, hacer amistades, el aserradero nos daba la leña para el fogón, teníamos gas seguro (risas), yo seguía cantando y compongo la canción “me enamore de una india” y con ella me di a conocer.
Siempre mi hermano me acompañaba con el cuatro y yo tocaba los capachos así logramos ganar algunas lochas y ayudar a la casa. En el mes de diciembre hacia un grupito de aguinaldos y nos íbamos a la misa de la iglesia de Araure, allí tocábamos y mi viejita hacia arepita que aprovechábamos para vender al salir la misa. Comencé a reunir para comprarme unos patines estaban de moda y compre unos usados de rolineras, malucones de broma rodaban, pero mate la fiebre de patinar, había una sola calle en cementada de Araure hasta Acarigua y por allí nos lanzábamos a patinar.
Pero mucho antes de todo esto te puedo decir que antes de llegar la fiebre del patín, por los lados de la iglesia El Pilar nada existía eso era una montaña, y un sembradío de caña, la finca comenzaba donde esta ubicado el estadio Julio Hernández Molina hasta donde está hoy la iglesia la Corteza, aparte habían lagunas y cañaverales. Por toda esa sabana nos metíamos nosotros y siempre nos bañábamos en un pozo que era conocido como los chorrerones ahí cerca de puente Araure, poco queda de ese sitio pero aún se observa el lugar, la creciente de la quebrada de Araure era digna de ver, hoy no es ni la sombra de lo que era ese riachuelo, era tanta el agua que llevaba su cauce que servía a la planta de luz y abastecía  por acequias a las dos ciudades en crecimiento.
Luego de tantas salidas a cantar conocí al buen Baldomero Torrealba él me decía “muchachito cantador”, era el papa de Rene “budita” Torrealba, este señor tenía una bodega justo allí donde están hoy los Cines Acarigua ya estaba en construcción la iglesia Bautista de Venezuela en la esquina detrás de lo que era la iglesia San Roque hoy boulevard, era el nacimiento de la avenida El Trayecto; yo llegaba  a la bodega le cantaba unas dos canciones él me daba una locha o me regalaba pan de trigo. Así me la pasaba, en esta salidas visitaba a los italianos, a esos musiues les decía me dan una locha y les canto una canción y ellos aceptaban el intercambio para ayudarnos.
Pasaron los años y una vez venía con mi hermana Irene ya fallecida, por el barrio el Paraguay y me metí en la casa de José Ignacio Casal (padre), él estaba sentado en una gandula y entre para su casa y sin pena le dije señor deme un pancito y le canto una canción, el me respondió, “tú cargas hambre hijo” y yo le asentí con la cabeza. Me mando a preparar con el servicio de su casa un sándwich y me dijo con voz austera  pero se lo come aquí, ya yo lo había partido en dos, y me dice que va a ser con ese otro pedazo; yo le dije, Don es que yo ando con mi hermanita y le voy a llevar este pedazo a ella, no cómaselo me dijo e inmediatamente mando a preparar un para ella.
A los 16 años hice mi primera agrupación en 1958 nace “Ritmo y Juventud”, nombre que escojo gracias a un programa musical de corte juvenil que transmitía una emisora radial caraqueña y yo escuchaba. Con ese nombre trabaje varios años y comencé a cambiarle el nombre a la agrupación de acuerdo a la época, así nacieron  Los Raros ahí tocaba con acordeón que aprendí con unos muchachos colombianos, así matábamos muchos tigres.
Unos años más tarde se renueva la agrupación y nace “Tony Rodríguez y sus teclados” con sonido eléctrico. Gracias a Dios en las gemelas existían dos radios que me apoyaron Acarigua y Portuguesa de Ramón Ramírez y Armando Roque López, y gracias a los programas realizados en sus radio conseguimos ganar el “Mara de Oro” entregado por el organizador Guillermo Sánchez García de Maracaibo, luego vendrían otros premios tales como la Marialionza de Oro de Lara, el “Micrófono Dorado” de Guanare y otras premiaciones y galardones que reconocieron mi labor al frente de la agrupación.
Comenzaron a llegar contrataciones y comencé alternar con famosos tales como Noel Petro de Colombia, Simón Díaz, Los Melódicos, entre otros.  Luego vendría un contrato convirtiéndose la agrupación “Tony Rodríguez” en exclusiva del Club Canario Venezolano, gracias a que ya estábamos organizados con uniforme y todo y gracias  a la colaboración prestada por Mirtha Salomón para ese entonces miembro directivo del Sindicato de Artistas, así comencé a tocar en todas las fiestas organizadas por el Club Canario, allí lo haría alternado con Los Melódicos, La Billos, Sonora de Mérida, los Antaño del Estadio, en fin con todo que allí se presentaba ahí estábamos nosotros, anotados también.
Pero como no todo es alegría, llego el momento de la despedida, la agrupación se desintegra porque todo se comenzó a ponerse caro, comencé eliminando músicos y me quede con Isidro Lugo (+), con quien estaba bien sincronizado en todas las canciones, unos años más tarde Lugo abrió paso también, antes de su muerte, y yo me quede solo con  mis teclados, y no los dejo ni a sol ni a sombra.
En los ratos libres a Tony Rodríguez le gusta ponerse shore y salir a trotar así le nace el amor por los maratones, él dice que correr lo mantiene joven y con deseo de seguir adelante, aconseja a los jóvenes y no tan jóvenes a conseguir la saluda a través del trote. En su juventud Tony fue amante del deporte de las narices chatas el boxeo, donde logro hacer varias peleas en Guanare, también corrió bicicletas y practico con viejas glorias beisbol entre las que menciona a Juan del cerro Tovar, Luis Tovar, Raúl Falcón y lograron hacer un campo para jugar donde hoy queda el “Batallón Vuelvan Caras”, jugamos con guantes de lona que hacíamos nosotros mismos, el deporte es primordial para la vida y la salud.
 Recuerdo que cuando muchacho en el estadio Roseliano Pérez en los juego buenos me coleaba brincando la cerca pero los agentes me sacaban y no me quedaba otra que irme a recoger las pelotas que salían de jonrón por el lado de donde quedaba la INOS, eran las fiestas de Páez y yo iba porque hacían terneras y comía de gratis y llevaba para la casa, ya estaba la división de los dos municipios. Un día lanzaron un chuzo de carne y no sé si por accidente atravesaron a un muchacho por la garganta y yo pensé que lo estaban matando y salí corriendo y hasta el sol de hoy no volví a ir a las ferias de Páez.
A mí me pasaba cada cosa un día por estarme coleando me metí por la cerca de la quebrada al Club Araurigua, yo andaba con mi hermano y estando dentro nos fuimos para la piscina, ese día se lanzó un niñito a bañarse, al rato veo que unos señores que eran socio del club se lanzaron con ropa y todo a la piscina y pensé que era para meterlo preso y salimos corriendo, luego me entere que el niño se estaba ahogando.
En la actualidad Tony Rodríguez y sus teclados toca solo en casas de familia, no vivo de la música si no de unas habitaciones que compre hace años y las alquilo módicamente, hasta hoy no he sido becado por ningún gobierno y tanto que le he dado a mi pueblo.
Le pide a las nuevas agrupaciones artísticas que se organicen, es bonito conseguir fama y sea recordado en el tiempo, que sigan adelante y quien no tenga sangre de músico no tiene nada ya que la música se lleva en la sangre y solo dejare de tocar cuando mi Señor me llame a tocar en su orquesta celestial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario