José Adelmo Hernández Pérez: De
dirigente cooperativista-vecinal al deporte acarigueño
Mario
Manzanares
José Adelmo Hernández P. cuando era estudiante de la Universidad Carabobo |
Este
impulso agrario hizo que vecinos del estado Lara, Barinas, Apure y Cojedes,
migrarán a este pujante estado, ya para la época en Acarigua existían muchos
barrios constituidos, ya la ciudad contaba con calles y avenidas bien
delimitadas, el comercio comenzaba a florecer y se veían los primeros vehículos
de paseo y carga tránsito por estas vías, y esos barrios populares que nacieron
en esa década de los 50, Villa Pastora era uno de ellos, que llegó con este
nuevo crecimiento, esta vez hacia la entrada a Acarigua por donde estaba ya
ubicada la Reja de San Carlos.
Y
fue a esta pujante comunidad donde llegaron muchos con el afán de crecer tanto
en lo familiar como en lo económico, o por lo menos vivir bien. Para ese
momento histórico Acarigua ampliaba horizontes y abría puertas a los foráneos,
para que todos los que llegaran no se sintieran como extraños, sino como en su
propia casa. Así como muchos otros, la familia Hernández Pérez llegaron
oriundos del estado Lara, del caserío El Mayal, distrito Palavecino, lanzaron
anclas en el naciente barrio de Villa Pastora 2 (hoy por capricho de los
concejales del municipio Páez, el lugar donde nació la comunidad es Villa
Pastora 2, y donde finaliza la barriada es el sector 1, cosas que no nos dejarán
de sorprendernos.
Rosario Arjona Carrillo |
José
Adelmo Hernández Pérez, como todos lo conocemos, hoy con 72 años y con su
cabeza llena de nieves de los años, y de la experiencia, con más de 60 años residenciado
en esta ciudad que lo adoptó, y aun en el mismo barrio que lo recibió por vez
primera: dice Adelmo que se siente Acarigueño de pura cepa y que todo lo que a logrado
en la vida, se lo debe a sus padres José Valentín Hernández, ya fallecido y su
querida mamá doña Romelia Pérez de Hernández, honorable mujer que vio crecer a
sus hijos en este pueblo que les extendió los brazos y los acogió con alegría;
esta humilde familia aún reside en el mismo lugar donde comenzaron a labrar un
techo y la prosperidad que ellos venían procurando.
Este personaje que cada mañana con el cantar del gallo
se levanta y cruza caminando el centro de Acarigua, barbudo desde su
adolescencia, en monos o en jean, con una tabla al estilo liceísta, saludando a
sus amigos, hace su parada obligatoria mañanera en el kiosco de Navas, allí
compra los diarios Meridiano, Líder, Última Hora y Ultimas Noticias y luego de charlar
un rato se retira a su lugar de trabajo. Adelmo es un buen lector y devora cada
mañana la prensa que se consigue, le gusta estar bien informado, sobre todo en
el mundo deportivo, lo que lo apasiona desde niño.
José
Adelmo, como sus padres lo bautizaron, estudio hasta el cuarto grado en su
pueblo natal. Con su llegada a Acarigua, continúa su primaria en la moderna
escuela Hermanas Peraza en Campo Lindo, la más cerca de su hogar, unas seis
cuadras, pero Adelmo lo hace en la escuela vieja donde hoy funciona el Centro de Diagnóstico Integral (CDI), allí cursa 5 y 6 grado, donde con mucha nostalgia le llueven recuerdos
de sus viejos amigos de su recordada escuela de su pueblo natal.
Recuerda
que cuando salían a recreo en las Hermanas Peraza en el primero que tenía en su
nuevo plantel lo invitaron a jugar algo nuevo desconocido para el “taquillao” y
en pleno juego y por circunstancia de la vida, sin querer queriendo derriba a
un compañero jugador quien se sintió agraviado y muy molesto lanza una amenaza
que para Adermo era desconocida, “te espero en la salida”, a la cual no le hizo
caso que un primo Nemecio "Mencho" Peraza, recientemente fallecido y otro muchacho le explicaron las consecuencias del significado
de esas palabras; y siguiendo los consejos de su padre, que un buen día le dijo
que los problemas se deben afrontar para cortar cualquier malentendido,
acudiendo a la cita del ofendido; pero con la buena suerte para él, que sin
pedir apoyo apareció el guapetón de la escuela, William Cordero y le pregunta
al ofendido que era Luis Silva, quien esperaba en la salida para cobrarse la
ofensa: William "El Sapo" Cordero le pregunta a Luis, Tú vas a pelear con el chamo nuevo, e
insistió con la pregunta y en eso sale de la boca de Luis Silva, si voy a
pelear y contigo también: a lo que respondió Cordero, eso era lo que yo quería
escuchar y se trenzan a pelear llevando la peor parte Silva, la culebra de
Adelmo; los hermanos Rojas (Henry, Neils, Terry y Larry) hoy día residen en San Rafael de Onoto, se lo tuvieron que quitar a Cordero, le dio una buena
tunda. Desde ese día nadie más se metió con el flaco Adelmo, porque pensaban
que era amigo del guapetón Williams Cordero, al que ni siquiera conocía.
También
recuerda Adelmo, las caimaneras de béisbol que jugaba en su pueblo, el deporte
que lo apasiona: cuando llego aquí practico en el viejo y desaparecido estadio
“Roseliano Pérez”, bajo la tutela y mirada del inmortal y eterno entrenador
Miguel Herrera. Jugo pelota toda su juventud al lado también del
periodista-pelotero José Tomás “Che” Unda, a quien admiro y respeto también,
Formó
parte del equipo Portuguesa BBC, donde fue catalogado como un pelotero regular.
Desde
el 29 de agosto de 1958, que llegó Adelmo Hernández a Acarigua, ha sido de
bendición para él y su familia la estadía en estas tierras del catire Páez.
Saca
a relucir de su memoria y me dice que la señora María Manzano, dueña de la casa
donde vivía Adelmo y su familia a su llegada a estas tierras, en su primer día
de clase, doña María le dio un real para llevar para la merienda un real ya el habia comido y por glotón pidió en el kiosko un pan guamero, por su parecido al fruta guama, y un refresco el cual no pudo comer completo dándoselo a un niño que no conocía, pero termino siendo un compañero de clase, y nada menos quien tomaría su lugar en posterio pelea, me refiero Williams Cordero, suerte de recién llegado, diría yo.
Regresa
al pasado y me dice que, en su juventud existía diferencias entre los acarigueño
y los araureños, y aún persisten pero en menos cuantía que antes, los de Araure
no entraban a Páez y viceversa, yo iba para ambos lados sin problemas,
simplemente porque yo era larense; iba a la quebrada de Araure me bañaba sin problema, me preguntaban de
donde era y decía de Barquisimeto. Gracias a Dios nunca, ni antes y mucho menos
en esta etapa de mi vida e tenido problema con nadie.
Mis
estudios de secundaria me dice que, los realizó en el Instituto de Comercio
Acarigua, hoy Escuela Técnica Ademar Vásquez Chávez, para ese momento estaba
ubicado en la avenida Real, hoy avenida Libertador, al lado de Copei, luego
sería mudado al plantel que hoy tienen entre Campo Lindo y El Algarrobo. De
allí egresó como bachiller Mercantil, integrante de la primera promoción, saliendo de allí a estudiar Administración a la
Universidad de Carabobo, iba de vez en cuando y logre llegar hasta el 7mo.
Semestre, no logre culminar la carrera, ya que me enferme y los médicos no
daban con mi problema de salud, ya contaba con 22 años. Comencé un tratamiento
y me retire de la U.C. Dure un año sin estudiar ni trabajar, regresando a Acarigua,
aquí comenzó mi amor por el trabajo social, ingresando a las Cooperativas del
estado Portuguesa y hacíamos trabajos en las aso vecinos que se llamaban
“Juntas pro-mejoras” que a través del movimiento cooperativista se trabajaba
para resolver los problemas que tenían las comunidades, activando para ello un
comité que se llamó “Comité del barrio en crisis”, se hizo un grupo de varias
comunidades con problemas y en base a eso peleábamos por las mejoras del barrio
que se escogía uno por uno hasta lograr capitalizarlas conquistas vecinales.
Un
buen día, recuerda aún en su memoria intacta, tomaron muy temprano a CADAFE
jóvenes y adultos todos por igual, un supuesto amigo mío que era policía, con
aires de grandeza, llega a la toma y pregunta ¿Quién es el que conduce la toma¿,
alguien del grupo rito “todos”, al policía no le quedó más alternativa que
quedarse y cuidarnos, a las doce del mediodía nos dijeron “salió un camión”
cargado de tubos para colocarlos en La Cortecita, enviamos un motorizado a
seguir el camión, al regresar nos informa que el camión tomó la ruta de
Mijaguito, y como a las 8 p.m. fue que comenzaron a colocar los pilotes en el
barrio, y dimos por concluida la toma, así luchamos por todos los barrios, esa
fue mi primera incursión en esas lides vecinales, en 1973.
La
década de los 70 fue muy fructífera para mí, señala Hernández, en 1977 se
comenzó a pelear por el deporte, nos organizamos y empezamos la lucha ardua en
pro de las canchas de los diferentes barriadas, un día un vecino dueño del
taller El Andino, me dice Adelmo, “que vamos hacer, el barrio se nos está
llenando de malandros”, yo era aún un muchacho , Villa Pastora era la zona Roja
de Portuguesa; fuimos de casa en casa invitando a todos los jóvenes a hacer
deporte y cultura, hicimos una gran encuesta con varias alternativas deportivas
y la opción ganadora fue el fútbol, y el señor sabía que a mí no me gustaba el
balompié sino el béisbol, yo solo respondí, los jóvenes respondieron y ya
decidieron por el fútbol, así que fútbol será.
Se
comenzó con el grupo del barrio a organizar el 1er. Campeonato de fútbol en
Villa Pastora, en un terreno baldío
ubicado justo detrás de mi casa, se luchó por ese terreno para la cancha,
pero la policía era anti deportistas al parecer y nos desalojaron, en vez de
apoyar la iniciativa a la actividad deportiva, el terreno era de un ricachón,
lo apoyaron a él; era un conocido banquero italiano. De allí nos fuimos a donde
está ubicado el hoy estadio “Rosario Arjona Carrillo” donde se ubica Villa
Pastora 1, nombre este escogido por los propios habitantes del sector, para
homenajear a esa gran luchadora social de Portuguesa.
En
esa cancha se llegó a organizar los mejores campeonatos de fútbol popular mucha
participación, logrando disminuir el flagelo de las drogas y la delincuencia
bajando el índice delictivo en la zona, gracias al fútbol. Luego llegaron las mejoras al estadio,
cerca, luz, camerinos y tribuna, y se comenzó a jugar de noches, y hasta el sol
de hoy la cancha sigue en pie y todavía está activa.
Cuando
veíamos desadaptados. No peleábamos con ellos, les hacíamos entender que era un
lugar para la sana práctica deportiva, y se retiran de buena manera.
Se
fundó la liga de fútbol “Rosario Arjona Carrillo” y durante más de 20 años me
mantuve al frente de la presidencia, y llegó el relevo y di un paso al lado, y
allí está un grupo ejerciendo una gran labor al frente de esta. Me inicie en
1977 y mi gestión al frente de la liga finalizó a finales de los 90, me alejo
porque entró la política, fue allí cuando se dividió en dos toletes mi querida
Villa Pastora, hicieron un despelote, por donde nació el barrio hoy es Villa
Pastora II que debería ser el uno, y el uno es el final de la comunidad donde
quedo la cancha por la que luchamos, esa fue una de las causas que me alejaron
del fútbol y la liga, e inicio mi periplo en la Asociación de Béisbol de Portuguesa,
siendo Secretario general en juntas directivas sucesivas, que presidieron Ramón
Herrera Mora, Nelson Campos, y Alcides Sánchez.
En
el fútbol de Villa Pastora surgieron buenos jugadores como Carlos Cabañas ex
selección nacional Venezuela. También grandes rivalidades deportivas que
llenaban el estadio, equipos como La Diez de Campo Lindo, La Canal, Andrés
Bello, Villa Pastora, entre otras, eran trabucas que la gente quería ver jugar.
De esa liga surge grandes batallas futboleras y jugadores extraordinarios como
el “Chirgua” un defensa central que metía miedo, entre otros. El profesor de
educación física Raúl Pérez, ya jubilado de la hermanas Perazas, dio sus
primeros pininos de aprendí de árbitro de fútbol en esta liga, comenzó a
caminar y llegó lejos, se paseó por los mejores estadios del fútbol
sudamericano en copas Libertadores, logrando ser uno de los primeros árbitro
FIFA de Portuguesa, después vendrían otros. También dirigió encuentros del
fútbol profesional venezolano.
Hernández
es un apasionado del mundo deportivo, le gusta estar organizando eventos, ha
logrado transmitir sus enseñanzas de
generación en generación a los nuevos dirigentes que se forman en la lucha
diaria.
Actualmente
trabaja en el Instituto Municipal de Deporte y Recreación de Páez, desde hace más
de una década, siempre en favor de la juventud acarigueña, dando su ejemplo y
el valor de la responsabilidad que debe tener el atleta así como también el dirigente.
Con Imderpaez a organizado infinidades de eventos deportivos, logrando con su trabajo
la masificación deportiva, en disciplinas tales como el fútbol menor, kikimbol,
béisbol, voleibol, entre otras.
Actualmente
Adelmo Hernández, ejerce función de
profesor especialista de deporte y recreación en la escuela “Benjamín Montilla”
donde realiza una loable tarea de dirigir a la nueva camada de niños y niñas de
la comunidad que lo ha visto envejecer de cuerpo pero no de espíritu luchador y
soñador, Villa Pastora.
Su
mejor época ha sido esta, me cuenta que desde hace mucho tiempo su sueño era
enseñar en un plantel educativo pero que no había estudiando docencia pero le gusta,
hoy cumple ese sueño de educar, y seguro lo hace muy bien, ya que su vasta
experiencia como atleta primero y luego como dirigente social y deportivo, lo han
hecho acreedor de un bagaje significativo de conocimiento que está poniendo en
práctica con estos nuevos jóvenes del futuro de Acarigua.
Aun
cada mañana sigue siendo una fija en la mejor y única esquina caliente de
Portuguesa y de Acarigua, la insuperable ya que el nombre se lo dio el pueblo y
no la alcaldía, me refiere a la Esquina de “Navas”. Allí siguen pernoctando aun
sin prensa en su kiosco muchas personas amigas de este populoso personaje, con
más de 50 años vendiendo noticias tanto nacionales como regionales, esquina
está donde llegan los más calientes chismes de las ciudades hermanas
Acarigua-Araure.
En
ese lugar Adelmo, conversa siempre pausado y comedido ya que no le gustan los
enfrentamientos de palabras y menos discutir de política, de esas
conversaciones no queda nada provechoso, por eso las rehuyó, me aclara con voz
áspera Hernández.
Es
un personaje de esos que nacen para hacer historia, esa menuda historia que el
pueblo sabio siempre recordará por generaciones, y que no enseñan en las
escuelas, porque no fueron a una guerra epopéyica, pero lucharon la guerra de
las generaciones, la de las drogas, el ocio, el malandraje; y que solo con su
sabiduría, inteligencia y sapiencia logran conquistar y salvar millares de
jóvenes que escucharon sus sabios consejos de ese humilde hombre, que hoy ellos
no estuvieran en este mundo. La guerra ideológica contra las drogas, es la guerra
de este siglo y nadie mejor que Adelmo para enfrentar esa lucha.
Hoy
día, lo vemos calle arriba y calle abajo, con su tabla metálica o su carpeta
debajo del brazo, con sus anotaciones de sus notas de sus pupilos escolares;
con la poca prensa que puede comprar y leer en esta crisis que vive el país con
el cierre de las grandes editoras, y la falta de transporte para el traslado de
la prensa a las provincias, Adelmo sigue llevando alegría, la que irradia cada mañana, es un hombre que poco se ve mal
humorado, sabe conservar su ímpetu y sus amigos son contados y sagrados.
Para
Adelmo Hernández, que ha logrado todo lo que se a propuesto en la vida, dice
que llegó cargado de ilusiones a Portuguesa y cuando se vaya se irá cargado de
triunfos porque a conseguido lo que muy pocos consiguen una hermosa familia,
felicidad y amistades a granel. Consiguió la paz y el amor de una comunidad que
lo vio crecer y lo apoya y lo acompaña en todas sus luchas.
Adelmo
Hernández, un ejemplo generacional, un personaje que con amor y trabajo se ganó
con creces todo lo que a conseguido en la vida. Un placer don Adelmo.
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