sábado, 24 de noviembre de 2018


José Adelmo Hernández Pérez: De dirigente cooperativista-vecinal al deporte acarigueño


Mario Manzanares
 José Adelmo Hernández P. cuando era
estudiante de la Universidad Carabobo
Para el año de 1958 ya había cumplido 358 años la ciudad de Acarigua, ya estaba instalado el progreso acelerado que había llegado diez años antes con la implementación del Plan Arrocero Nacional, impulsado por el gobierno a estas tierras de San Miguel de Acarigua y la virgen de La Corteza, convirtiéndose así lo que hoy cincuenta años después la Capital Agro industrial de Portuguesa y Venezuela.
Este impulso agrario hizo que vecinos del estado Lara, Barinas, Apure y Cojedes, migrarán a este pujante estado, ya para la época en Acarigua existían muchos barrios constituidos, ya la ciudad contaba con calles y avenidas bien delimitadas, el comercio comenzaba a florecer y se veían los primeros vehículos de paseo y carga tránsito por estas vías, y esos barrios populares que nacieron en esa década de los 50, Villa Pastora era uno de ellos, que llegó con este nuevo crecimiento, esta vez hacia la entrada a Acarigua por donde estaba ya ubicada la Reja de San Carlos.
Y fue a esta pujante comunidad donde llegaron muchos con el afán de crecer tanto en lo familiar como en lo económico, o por lo menos vivir bien. Para ese momento histórico Acarigua ampliaba horizontes y abría puertas a los foráneos, para que todos los que llegaran no se sintieran como extraños, sino como en su propia casa. Así como muchos otros, la familia Hernández Pérez llegaron oriundos del estado Lara, del caserío El Mayal, distrito Palavecino, lanzaron anclas en el naciente barrio de Villa Pastora 2 (hoy por capricho de los concejales del municipio Páez, el lugar donde nació la comunidad es Villa Pastora 2, y donde finaliza la barriada es el sector 1, cosas que no nos dejarán de sorprendernos.
Rosario  Arjona Carrillo


José Adelmo Hernández Pérez, como todos lo conocemos, hoy con 72 años y con su cabeza llena de nieves de los años, y de la experiencia, con más de 60 años residenciado en esta ciudad que lo adoptó, y aun en el mismo barrio que lo recibió por vez primera: dice Adelmo que se siente Acarigueño de pura cepa y que todo lo que a logrado en la vida, se lo debe a sus padres José Valentín Hernández, ya fallecido y su querida mamá doña Romelia Pérez de Hernández, honorable mujer que vio crecer a sus hijos en este pueblo que les extendió los brazos y los acogió con alegría; esta humilde familia aún reside en el mismo lugar donde comenzaron a labrar un techo y la prosperidad que ellos venían procurando.
Este  personaje que cada mañana con el cantar del gallo se levanta y cruza caminando el centro de Acarigua, barbudo desde su adolescencia, en monos o en jean, con una tabla al estilo liceísta, saludando a sus amigos, hace su parada obligatoria mañanera en el kiosco de Navas, allí compra los diarios Meridiano, Líder, Última Hora y Ultimas Noticias y luego de charlar un rato se retira a su lugar de trabajo. Adelmo es un buen lector y devora cada mañana la prensa que se consigue, le gusta estar bien informado, sobre todo en el mundo deportivo, lo que lo apasiona desde niño.
José Adelmo, como sus padres lo bautizaron, estudio hasta el cuarto grado en su pueblo natal. Con su llegada a Acarigua, continúa su primaria en la moderna escuela Hermanas Peraza en Campo Lindo, la más cerca de su hogar, unas seis cuadras, pero Adelmo lo hace en la escuela vieja donde hoy funciona el Centro de Diagnóstico Integral (CDI), allí cursa 5 y 6 grado, donde con mucha nostalgia le llueven recuerdos de sus viejos amigos de su recordada escuela de su pueblo natal.
Recuerda que cuando salían a recreo en las Hermanas Peraza en el primero que tenía en su nuevo plantel lo invitaron a jugar algo nuevo desconocido para el “taquillao” y en pleno juego y por circunstancia de la vida, sin querer queriendo derriba a un compañero jugador quien se sintió agraviado y muy molesto lanza una amenaza que para Adermo era desconocida, “te espero en la salida”, a la cual no le hizo caso que un primo Nemecio "Mencho" Peraza, recientemente fallecido y otro muchacho le explicaron las consecuencias del significado de esas palabras; y siguiendo los consejos de su padre, que un buen día le dijo que los problemas se deben afrontar para cortar cualquier malentendido, acudiendo a la cita del ofendido; pero con la buena suerte para él, que sin pedir apoyo apareció el guapetón de la escuela, William Cordero y le pregunta al ofendido que era Luis Silva, quien esperaba en la salida para cobrarse la ofensa: William "El Sapo" Cordero le pregunta a Luis, Tú vas a pelear con el chamo nuevo, e insistió con la pregunta y en eso sale de la boca de Luis Silva, si voy a pelear y contigo también: a lo que respondió Cordero, eso era lo que yo quería escuchar y se trenzan a pelear llevando la peor parte Silva, la culebra de Adelmo; los hermanos Rojas (Henry, Neils, Terry y Larry) hoy día residen en San Rafael de Onoto, se lo tuvieron que quitar a Cordero, le dio una buena tunda. Desde ese día nadie más se metió con el flaco Adelmo, porque pensaban que era amigo del guapetón Williams Cordero, al que ni siquiera conocía.
También recuerda Adelmo, las caimaneras de béisbol que jugaba en su pueblo, el deporte que lo apasiona: cuando llego aquí practico en el viejo y desaparecido estadio “Roseliano Pérez”, bajo la tutela y mirada del inmortal y eterno entrenador Miguel Herrera. Jugo pelota toda su juventud al lado también del periodista-pelotero José Tomás “Che” Unda, a quien admiro y respeto también,
Formó parte del equipo Portuguesa BBC, donde fue catalogado como un pelotero regular.
Desde el 29 de agosto de 1958, que llegó Adelmo Hernández a Acarigua, ha sido de bendición para él y su familia la estadía en estas tierras del catire Páez.
Saca a relucir de su memoria y me dice que la señora María Manzano, dueña de la casa donde vivía Adelmo y su familia a su llegada a estas tierras, en su primer día de clase, doña María le dio un real para llevar para la merienda un real ya el habia comido y por glotón pidió en el kiosko un pan guamero, por su parecido al fruta guama, y un refresco el cual no pudo comer completo dándoselo a un niño que no conocía, pero termino siendo un compañero de clase, y nada menos quien tomaría su lugar en posterio pelea, me refiero Williams Cordero, suerte de recién llegado, diría yo.
Regresa al pasado y me dice que, en su juventud existía diferencias entre los acarigueño y los araureños, y aún persisten pero en menos cuantía que antes, los de Araure no entraban a Páez y viceversa, yo iba para ambos lados sin problemas, simplemente porque yo era larense; iba a la quebrada de Araure  me bañaba sin problema, me preguntaban de donde era y decía de Barquisimeto. Gracias a Dios nunca, ni antes y mucho menos en esta etapa de mi vida e tenido problema con nadie.
Mis estudios de secundaria me dice que, los realizó en el Instituto de Comercio Acarigua, hoy Escuela Técnica Ademar Vásquez Chávez, para ese momento estaba ubicado en la avenida Real, hoy avenida Libertador, al lado de Copei, luego sería mudado al plantel que hoy tienen entre Campo Lindo y El Algarrobo. De allí egresó como bachiller Mercantil, integrante de la primera promoción, saliendo de allí a estudiar Administración a la Universidad de Carabobo, iba de vez en cuando y logre llegar hasta el 7mo. Semestre, no logre culminar la carrera, ya que me enferme y los médicos no daban con mi problema de salud, ya contaba con 22 años. Comencé un tratamiento y me retire de la U.C. Dure un año sin estudiar ni trabajar, regresando a Acarigua, aquí comenzó mi amor por el trabajo social, ingresando a las Cooperativas del estado Portuguesa y hacíamos trabajos en las aso vecinos que se llamaban “Juntas pro-mejoras” que a través del movimiento cooperativista se trabajaba para resolver los problemas que tenían las comunidades, activando para ello un comité que se llamó “Comité del barrio en crisis”, se hizo un grupo de varias comunidades con problemas y en base a eso peleábamos por las mejoras del barrio que se escogía uno por uno hasta lograr capitalizarlas conquistas vecinales.
Un buen día, recuerda aún en su memoria intacta, tomaron muy temprano a CADAFE jóvenes y adultos todos por igual, un supuesto amigo mío que era policía, con aires de grandeza, llega a la toma y pregunta ¿Quién es el que conduce la toma¿, alguien del grupo rito “todos”, al policía no le quedó más alternativa que quedarse y cuidarnos, a las doce del mediodía nos dijeron “salió un camión” cargado de tubos para colocarlos en La Cortecita, enviamos un motorizado a seguir el camión, al regresar nos informa que el camión tomó la ruta de Mijaguito, y como a las 8 p.m. fue que comenzaron a colocar los pilotes en el barrio, y dimos por concluida la toma, así luchamos por todos los barrios, esa fue mi primera incursión en esas lides vecinales, en 1973.
La década de los 70 fue muy fructífera para mí, señala Hernández, en 1977 se comenzó a pelear por el deporte, nos organizamos y empezamos la lucha ardua en pro de las canchas de los diferentes barriadas, un día un vecino dueño del taller El Andino, me dice Adelmo, “que vamos hacer, el barrio se nos está llenando de malandros”, yo era aún un muchacho , Villa Pastora era la zona Roja de Portuguesa; fuimos de casa en casa invitando a todos los jóvenes a hacer deporte y cultura, hicimos una gran encuesta con varias alternativas deportivas y la opción ganadora fue el fútbol, y el señor sabía que a mí no me gustaba el balompié sino el béisbol, yo solo respondí, los jóvenes respondieron y ya decidieron por el fútbol, así que fútbol será.
Se comenzó con el grupo del barrio a organizar el 1er. Campeonato de fútbol en Villa Pastora, en un terreno baldío  ubicado justo detrás de mi casa, se luchó por ese terreno para la cancha, pero la policía era anti deportistas al parecer y nos desalojaron, en vez de apoyar la iniciativa a la actividad deportiva, el terreno era de un ricachón, lo apoyaron a él; era un conocido banquero italiano. De allí nos fuimos a donde está ubicado el hoy estadio “Rosario Arjona Carrillo” donde se ubica Villa Pastora 1, nombre este escogido por los propios habitantes del sector, para homenajear a esa gran luchadora social de Portuguesa.
En esa cancha se llegó a organizar los mejores campeonatos de fútbol popular mucha participación, logrando disminuir el flagelo de las drogas y la delincuencia bajando el índice delictivo en la zona, gracias al fútbol.  Luego llegaron las mejoras al estadio, cerca, luz, camerinos y tribuna, y se comenzó a jugar de noches, y hasta el sol de hoy la cancha sigue en pie y todavía está activa.
Cuando veíamos desadaptados. No peleábamos con ellos, les hacíamos entender que era un lugar para la sana práctica deportiva, y se retiran de buena manera.
Se fundó la liga de fútbol “Rosario Arjona Carrillo” y durante más de 20 años me mantuve al frente de la presidencia, y llegó el relevo y di un paso al lado, y allí está un grupo ejerciendo una gran labor al frente de esta. Me inicie en 1977 y mi gestión al frente de la liga finalizó a finales de los 90, me alejo porque entró la política, fue allí cuando se dividió en dos toletes mi querida Villa Pastora, hicieron un despelote, por donde nació el barrio hoy es Villa Pastora II que debería ser el uno, y el uno es el final de la comunidad donde quedo la cancha por la que luchamos, esa fue una de las causas que me alejaron del fútbol y la liga, e inicio mi periplo en la Asociación de Béisbol de Portuguesa, siendo Secretario general en juntas directivas sucesivas, que presidieron Ramón Herrera Mora, Nelson Campos, y Alcides Sánchez.
En el fútbol de Villa Pastora surgieron buenos jugadores como Carlos Cabañas ex selección nacional Venezuela. También grandes rivalidades deportivas que llenaban el estadio, equipos como La Diez de Campo Lindo, La Canal, Andrés Bello, Villa Pastora, entre otras, eran trabucas que la gente quería ver jugar. De esa liga surge grandes batallas futboleras y jugadores extraordinarios como el “Chirgua” un defensa central que metía miedo, entre otros. El profesor de educación física Raúl Pérez, ya jubilado de la hermanas Perazas, dio sus primeros pininos de aprendí de árbitro de fútbol en esta liga, comenzó a caminar y llegó lejos, se paseó por los mejores estadios del fútbol sudamericano en copas Libertadores, logrando ser uno de los primeros árbitro FIFA de Portuguesa, después vendrían otros. También dirigió encuentros del fútbol profesional venezolano.
Hernández es un apasionado del mundo deportivo, le gusta estar organizando eventos, ha logrado  transmitir sus enseñanzas de generación en generación a los nuevos dirigentes que se forman en la lucha diaria.
Actualmente trabaja en el Instituto Municipal de Deporte y Recreación de Páez, desde hace más de una década, siempre en favor de la juventud acarigueña, dando su ejemplo y el valor de la responsabilidad que debe tener el atleta así como también el dirigente. Con Imderpaez a organizado infinidades de eventos deportivos, logrando con su trabajo la masificación deportiva, en disciplinas tales como el fútbol menor, kikimbol, béisbol, voleibol, entre otras.
Actualmente Adelmo  Hernández, ejerce función de profesor especialista de deporte y recreación en la escuela “Benjamín Montilla” donde realiza una loable tarea de dirigir a la nueva camada de niños y niñas de la comunidad que lo ha visto envejecer de cuerpo pero no de espíritu luchador y soñador, Villa Pastora.
Su mejor época ha sido esta, me cuenta que desde hace mucho tiempo su sueño era enseñar en un plantel educativo pero que no había estudiando docencia pero le gusta, hoy cumple ese sueño de educar, y seguro lo hace muy bien, ya que su vasta experiencia como atleta primero y luego como dirigente social y deportivo, lo han hecho acreedor de un bagaje significativo de conocimiento que está poniendo en práctica con estos nuevos jóvenes del futuro de Acarigua.
Aun cada mañana sigue siendo una fija en la mejor y única esquina caliente de Portuguesa y de Acarigua, la insuperable ya que el nombre se lo dio el pueblo y no la alcaldía, me refiere a la Esquina de “Navas”. Allí siguen pernoctando aun sin prensa en su kiosco muchas personas amigas de este populoso personaje, con más de 50 años vendiendo noticias tanto nacionales como regionales, esquina está donde llegan los más calientes chismes de las ciudades hermanas Acarigua-Araure.
En ese lugar Adelmo, conversa siempre pausado y comedido ya que no le gustan los enfrentamientos de palabras y menos discutir de política, de esas conversaciones no queda nada provechoso, por eso las rehuyó, me aclara con voz áspera Hernández.
En esa famosa esquina, se encuentra con otro fijo allí el profesor Jorge Asuaje, gran conocedor del deporte portugueseño y un historiador a carta cabal, y ex entrenador de béisbol menor, ya jubilado; y años atrás con otros personajes apreciados como Tomás Moncanut profesor ya desaparecido de la Técnica Industrial, con José Tomás Unda, periodista deportivo quien era una fija también, allí a que Navas conseguía información que publicaba o en Última hora o en El Regional periódicos donde ejerció su profesión, ambos dejaron sembrados en Adelmo grandes enseñanzas; Asuaje aun sigue comiendo y hablando de su pasión, el béisbol. Pero siguiendo con Adelmo, es un personaje que anda por estas calles de Acarigua de ayer y de hoy, seguro que siempre caminara en este pueblo que lo vio crecer como persona y como ciudadano, y también estas calles y este pueblo lo verá callar y morir cuando Dios a si lo quiera.
Es un personaje de esos que nacen para hacer historia, esa menuda historia que el pueblo sabio siempre recordará por generaciones, y que no enseñan en las escuelas, porque no fueron a una guerra epopéyica, pero lucharon la guerra de las generaciones, la de las drogas, el ocio, el malandraje; y que solo con su sabiduría, inteligencia y sapiencia logran conquistar y salvar millares de jóvenes que escucharon sus sabios consejos de ese humilde hombre, que hoy ellos no estuvieran en este mundo. La guerra ideológica contra las drogas, es la guerra de este siglo y nadie mejor que Adelmo para enfrentar esa lucha.
Hoy día, lo vemos calle arriba y calle abajo, con su tabla metálica o su carpeta debajo del brazo, con sus anotaciones de sus notas de sus pupilos escolares; con la poca prensa que puede comprar y leer en esta crisis que vive el país con el cierre de las grandes editoras, y la falta de transporte para el traslado de la prensa a las provincias, Adelmo sigue llevando alegría, la que irradia  cada mañana, es un hombre que poco se ve mal humorado, sabe conservar su ímpetu y sus amigos son contados y sagrados. 
Para Adelmo Hernández, que ha logrado todo lo que se a propuesto en la vida, dice que llegó cargado de ilusiones a Portuguesa y cuando se vaya se irá cargado de triunfos porque a conseguido lo que muy pocos consiguen una hermosa familia, felicidad y amistades a granel. Consiguió la paz y el amor de una comunidad que lo vio crecer y lo apoya y lo acompaña en todas sus luchas.
Adelmo Hernández, un ejemplo generacional, un personaje que con amor y trabajo se ganó con creces todo lo que a conseguido en la vida. Un placer don Adelmo.





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