sábado, 24 de noviembre de 2018



El  “Rauco” Adán Quintero un gran estilista del 

ring y de la política




Por Mario Manzanares Parra

Adan Quintero
En 1948 asume la Presidencia de Venezuela, Marcos Evangelista Pérez Jiménez, con un golpe de estado, y un primero de mayo de ese año de un golpe nace en Guanare lo que muchos años después sería un excelente estilista del boxeo, un auténtico pasador de golpes, de pasos elefantes cual bailarín en el ensogado, donde dio muchos golpes, este guanareño es Adán de Jesús Quintero.

Su infancia en el barrio La Arenosa, lugar donde habito en la calle 15 de esa comunidad en una humilde vivienda y familia, al lado de su madre Crescencia Quintero y su tío quien asumió su crianza desde muy niño Guillermo Quintero. Prácticamente fue su padre adoptivo, a quien Adán llama papa Guillermo.
Sus hermanos José Quintero y Milagro ya fallecida. Su infancia fue de Guanare a La Veguita, en Sabaneta de Barinas, acompañando a su tío y aprendiendo de la vida.


Estudio en la escuela José María Vargas, logrando buenas calificaciones en cada grado y de vez en cuando una peleíta, dándose paso a lo que sería su juventud y su deporte del futuro, el boxeo.

El bachillerato lo culmino con éxito en dos partes la primera asta tercer año en el Centenario liceo José Vicente de Unda, pasando luego a la Escuela Técnica Comercial de Guanare, logrando el título de Técnico Medio Mercantil.

Luego pasaría a Barquisimeto y ya se había iniciado en su pasión, el deporte de la nariz chata, el boxeo en 1966, no sin antes haber probado la colchoneta en la lucha olímpica, deporte que no fue de su arado, ya que le gustaba boxeo.

Comenzó a hacer cursos de especialización en INCE, alternado con sus estudios de entrenador deportivo con el profesor Pedro Cunha, uno de los entrenadores más grandes de América Latina, tenía que viajar de  donde trabajaba a Caracas, hasta que un buen día lo fueron a buscar; el gobernador de Portuguesa para esa época Waldemar Cordero Vale envía al director de deporte el señor Fernández y Víctor Angulo, quien ayudo toda la vida al rauco Quintero. Este gran amigo de Adán era secretario general del PCV.

Regreso a Guanare, dice Quintero que eso fue a principio de 1969, iniciando su carrera como entrenador deportivo en la capital de Portuguesa, y un 15 de marzo lo enviaron a la ciudad de Acarigua, iniciando la década de 1970.

El gordo Adán hoy día, en aquel entonces joven y esbelto, la ciudad crecía vertiginosamente, recuerda el Quintero, fija su mirada en el techo del CNP, lugar de esta entrevista, y refuta, que ese día llegó al gimnasio “Wilbaldo Zabaleta”, donde dejo parte de su juventud y sigue regalando su vejez en el mismo lugar que llego hace casi cinco décadas y contando. Allí trabaja con jóvenes de todas las eda
des en boxeo, logrando una gran camada de buenos boxeadores, dice con orgullo, me ancle aquí definitivamente cuando conocí a la que luego sería mi esposa, ya con cuatro hijos, todos profesionales, también con dos hijos extramatrimonial den Lara, uno es mecánico latonero y la dama es enfermera.

Ya los golpes de la vida le habían enseñado y dado muchas experiencias, en el boxeo aprendió de esos porrazos, unos bien colocados y otros con felonía. Del boxeo dice sentirse agradecido por todas las alegrías y tristezas también que le ha dado.

Fue un boxeador respetable, que se dio cuenta el momento justo para colgar los guantes y comenzar una nueva carrera, y escogió la que mejor conocía, la de entrenador de boxeo.

Se inicia en la dirigencia deportiva, como vocal en la Liga de boxeo que presidia Julián Seguerì, quien era un trabajador del IND, Fue escalando posiciones y lora la Secretaria general de la Liga y luego pasaría a  ser miembro de la Asociación de Boxeo, hasta que logro la Presidencia de Aso boxeo Portuguesa, donde se convirtió en un dictador de la dirigencia boxística, logrando conquistar muchos lauros para los colores del estado, todo un trabajador sin lugar a dudas.

También esquivando golpes y acertados derechazos, incursiona en la política, luego de salir del PCV  donde milito toda su juventud; se unió al “Indio” José Candelario Cassu, ex secretario general  de COPEI, ya desaparecido, allá en la década de los 80, y con el gobierno de Copei, le ofrecieron la responsabilidad de ser el Director de Deporte, en primer lugar en Acarigua-Araure, y luego lo ascendieron a la Dirección Regional de Alto Rendimiento, donde logro grandes triunfos,

Fue encargado tres veces de la Dirección de Deporte de Portuguesa, hasta 1983, la cual se la entrega al Profesor William.


Adán Quintero, Gordo, rauco y dicharachero, es un personaje polémico, que no rehúye ningún tipo discusión, siempre que el conozca el tema, no se mete donde no lo llaman y solo defiende lo defendible y las causas justas.

Como todo ser humano ha tenido altas y bajas, pero gracias al boxeo ha sabido esquivar golpes y seguir de pie, esa constancia en el boxeo portugueseño lo llevo a la Federación de este deporte en Venezuela, donde ejerció como: Director general, Director Ejecutivo, Miembro de la Comisión Técnica Nacional, trabajo con la Selección Nacional al lado de esa leyenda del boxeo nacional Edecio Escobar, visitando muchos países con la SN. También fue coordinador de la zona Centro occidental como técnico de boxeo. Fue también Jefe de Delegación de Portuguesa en Juegos Deportivos Nacionales Juveniles, Jefe de Concentración, Director Técnico de J.D.N., así ha pasado la vida ese gran hombre, Adán Quintero.



R: Como te fue en el boxeo.-
“Ni mal ni bien, yo me retire a tiempo, yo capte una vez que me dijo el profesor Pedro Cunha en una clase allá en Lara, dijo el boxeo comienza por los pies y termina por la cabeza, poniendo loco a la ente, y el que no aprende a boxear y menos a defenderse le va mal, aunque yo era un buen pasador de golpes; ese mensaje lo tome yo, y me dijo me voy del boxeo antes que me ponga loco. Prácticamente me retiro el peso welter, estábamos en eliminatoria para los Centroamericano y del Caribe, que se realizarían en La Habana-Cuba, allí recibí un nocaut y me fracturaron la mandíbula, fui operado en EE.UU en Carolina del Norte, y me dejaron un clavo, que cuando me golpeaban en la quijada, me dolía mucho, y me dije hasta aquí llegue.

Como boxeador Adán Quintero realizo 25 combates, siendo un gran estilista, así lo decían lo que lo vieron pelear, como Mayora, Alberto Aranguren, Delgado y otros amantes del buen boxeo que practicaba Adán, no era un noqueador pues no tenía pegada, pero se paseaba muy bien en el cuadrilátero.

A mi estilo y semejanza, dice Quintero que, Nelson Yépez salió igual que él, quien fue años después Comandante de la Policía de Páez, entre otros.

Saca del baúl de  los recuerdos unas fotos añejas como el y me dice, pelee contra Felipe Meléndez en dos oportunidades primero en el viejo estadio “Roseliano Pérez” y en Guanare, donde funciona hoy la casa de Copei, allí eran las oficinas del IND, allí le gane yo, y la amistad nos separó del ring. Él estuvo a punto de pelear con gran Vicente Arias, pero este se enfermó (gracias a Dios), no pasó el examen médico, porque no sé qué hubiese pasado ese día, se sonríe.

Me enfrente, recuerda Quintero, al “Atómico” Hernández del barrio El Cementerio de Guanare, era un buen peleador, le vencí dos veces pero con mucha dificultad; también se subió al ensogado contra Eduardo Alvarado también dos veces en los 57 kg., quedando 1-1; luego de esas refriegas se hicieron compadres y no se enfrentaron más por respeto a su compadrazgo. Así mismo se cayó a golpes con Soteldo en Turen, en la casa de URD, frente a la plaza Bolívar, eran estos espacios de los partidos políticos escenarios que se utilizaban para estos tipos de eventos boxísticos, en todo el estado. Ya retirado y con el título entrenador decide especializarse en boxeo lo que mejor conocía.

Adán Quintero en su paso por el boxeo activo dejo unos grandes palmares, siendo campeón estadal gallo, pluma, ligero y welter. Campeón Centro occidental en Falcón; fue el primer medallista de oro de Portuguesa en juegos nacionales, represento al estado en los II Juegos Deportivos de Anzoátegui, pero no lo dejaron competir por ser menor de edad. En esos juegos recuerda Quintero que el Atleta Filiberto Rodríguez de Piritu, fue la primera medalla  en juegos deportivos en atletismo, en el maratón, allí el piriteño corrió descalzo, no se acostumbró a los zapatos que le dieron para la competencia, Filiberto era de otra galaxia, un sobre dotado en pruebas de aliento.

Luego de su retiro, se va a Lara y se inscribe para estudiar para entrenador, allá lo recibe el “Mocho” Reyes, luego estudio con el profesor Juan La Riva, y llegaría su gran tutor Pedro Cunha Barreto y por ultimo quien lo puliría Ángel Edecio Escobar, la leyenda del boxeo nacional como entrenador y hacedor de medallistas olímpicos. Con Escobar anduvo con la SN por Europa con lo más granado del boxeo olímpico en la década de los 80 y 90, donde estuvo al lado de Pedro Gamarra (Medallista de Plata Olímpica), Carlos Piñango, a quien asistió en la esquina en Europa; con Omar Catarí, el larense que lo dio todo en el boxeo, el medallista y multi campeón nacional e internacional Marcelino Bolívar, parte de la vida de Adán que les presento aquí y que él no anda diciendo en la calle, así comenzó a abrirse paso este  excelente entrenador, quien inicio como asistente de entrenador y luego llegó a ser entrenador titular de la selección nacional.

No conforme Adán con todo lo logrado en su palmarés como atleta, entrenador y dirigente, aun quería más,  comenzó a estudiar Tesis de boxeos para pulir aún más sus conocimientos, al lado de su maestro Ángel Edecio Escobar, el gran artífice de todo lo que Quintero aprendió en el boxeo, Edecio es un maestro de maestro dijo con orgullo Adán.

El rauco Quintero, chaparro y fajador, participo en la ira de preparación para los Juegos Olímpicos de Atenas, acompañando al medallista Centroamericano y del Caribe Patrick López, quien lo tuvo todo para ser medallista olímpico, lamentablemente el Comité Olímpico Venezolano, presidido por Fernando Romero, no le hizo caso al informe técnico presentado por nuestra Comisión Técnica, dejándolo fuera de la Olimpiadas.

P.- Que peleadores de Acarigua sobresalieron contigo como entrenador.
“Sin lugar a dudas debo mencionar en primer lugar a Julio Dorante, el vigilante de tránsito, quien fue medallista bolivariana y campeón nacional; también conté en mi cuadra con Silverio “Chino” Caro, campeón occidental, central y subcampeón nacional, perdiendo la Medalla de Oro contra el gran “Totua” en 1978, en Caracas. También tuvimos a otro gran pugilista Domino Benítez, el “Negrito del Batey” quien fue un excelente peleador, logrando muchos triunfos en su carrera boxística, Selección Nacional, asistiendo al campeonato “Córdoba Cardín”, al torneo “Giraluna” en Puerto Rico, y otros en República Dominicana, dejando constancia de su buen boxeo.

El actual Presidente de la Asociación de Boxeo de Portuguesa José Gaviria, trabajo mucho tiempo conmigo, aunque no era pupilo mío, fue al primer campeonato mundial que se realizó en Tailandia. Conmigo dice Quintero también destacaron Naudy Romero, campeón nacional, José Betancourt, Aníbal Reyes, si ese mismo que tiene su taller de Reparación de Radiadores, recientemente fallecido, era de Lara pero hecho en Portuguesa;  Antonio Escalona, Antonio Camargo, quien gano medalla de Plata en JDN; Aranguren, a quien Antonio Pérez campeón mundial, lo paro y no pudo llegar a la SN.

Así ha sido la vida de este gran Portugueseño, que a fuerza de golpes se abrió paso en el difícil arte del boxeo, tanto regional como nacional. Su constancia y dedicación, su honradez lo han hecho un personaje de esos que puede poner la cara sin el temor de volver a ser noqueado o sufrir otra fractura de mandíbula, ya que su actuar en la vida a sido clara y transparente. Le gusta decir las cosas de frente, sin tapujos, así se ha ganado el respeto de atletas, dirigentes, deportistas y también en la política. 

Sigue siendo entrenador, y aun visita su primera casa en Acarigua el “Wilbaldo Zabaleta”, aun aconseja a los nuevos pininos del boxeo y continúa llevando el boxeo a todos los rincones de Portuguesa.

Cada mañana al igual que muchos dirigentes deportivos y políticos  acuden al kiosco de Navas, a buscar la fresca noticia o chisme. Hace  varias paradas obligatorias para él, Alcaldía de Páez en la plazoleta conversa y termina en el Wilbaldo Zabaleta, A la hora del almuerzo camina hasta El Samán, a su residencia, donde su amable esposa lo espera como cada día en los últimos 30 años de estar juntos y unos días más.

Son muchas otras cosas más que ay que contar del gran rauco del boxeo, del dirigente de a pie y del gran defensor del deporte portugueseño, a quien se le ha metido entre ceja y ceja la creación y fundación de la “Casa del Atleta y Dirigentes de Portuguesa”.

Suerte Adán Quintero; lo que no se logra, es porque no se a hecho.



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