Mario Manzanares
En la Acarigua colonial han surgido historias de personajes que con su caracteristicas muy personales se metiron en los recuerdos de los habitantes de la época, y fueron dejando huella de su paso por la tierra, ese es el caso de Nerio Duin Anzola (Manonerio), quien con su gracia y su don se sembro en los corazones de los que lo recuerdan como un curioso y estrafalario acarigueño.
Nerio Duin Anzola, era segun palabras del presidente Luis Herrera, “curioso y estrafalario personaje tipico que pontificaba en la Reja de Guanare, era flaco, desgarbado y con unos ojos descoloridos, que debieron ser verdes o azules en su mocedad y unas barbas de chivo iguales a las de Don Ramón Inclais.”
La casa de Manonerio era al mismo tiempo negocio, biblioteca, museo y cementerio de animales, todo esto hacian de este personaje toda una leyenda para la época, aparte escribio tres libros sin ninguna regla de sintaxis, los cuales dijo todo lo que vio y sentia, cargados de mucho ingenio y de intencion, Nerio Duin recogió mucho de su imaginación, se puede decir que era el Quijote de la Reja de Guanare y gracias a las creencias populares sus escritos fueron basados en un marco autobiografico de anecdotas muy diversas.
Se dice que el expresidente Herrera Campins, cuando niño era un asiduo visitante de su casa, cuenta que la casa de Nerio Duin habia un recibo que estaba lleno de retratos de grandes personajes de la historia, Manonerio decia la verdad, nunca mentia, el dijo algunas vez “ La verdad de la vida es una Tumba”.
Este dicharachero personaje hizo construir su propia urna en vida y la coloco a presidir en el mas centrico sitio de su casa. Esa extravagancia de mano Nerio, con aquel final traje cortado a la medida de él, carecia de lobreguez de los ataudes corrientes, pues estaba decorada y tenia escrita en la tabla inferior, la lista de todos sus amigos, que habian contribuido para satisfacer tan macabra inspiración extravagante y singular.
Pero Mano Nerio era asi, una especie de brujo o semimago que hablaba con pasión, sin que se advirtiera cuando en realidad penetraba en la fantasia o cuando la fantasia se convertia en realidad.
“Era amante de la caza, era como se conoce como un cazador emperdermido y curandero de fama, hablaba con propiedad de las plantas y de la conducta de los animales con una seriedad que convencía. De como el tigre abre por el pecho el terecay y al galapago. De como el araguato come la flor del bucare y perece de fiebre al pie del árbol. De como en la mandibula inferior del caiman hay una glándula con forma de ojo que los llaneros usasn como perfume para aromatizar cestas y baules. De como en septiembre – octubre los huesos del bauji son venenosos para los perros. De como en la época de celo si se les pone a la yegua sábanas de cuadro en los lugares que mas frecuentan, los potros salen “capiados.”
Sin lugar a dudas que manonerio ero todo un personaje de aquella época dorada de la Venezuela bella, para recordar. Asi lo recordo en unos de los tantos escritos dejados por el expresidente Luis Herrara Campins.
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