Mis queridos viejos cines

Aqui en este cine, se presento Antonio Aguilar y
Miguel Aceves Mejias, leyendas del canto mexicano.(Aleida Asuaje)

El otrora cine Principal de Araure (Aleida Asuaje)

Mario Manzanares
Quien no recuerda con nostalgias nuestros viejos cines de Acarigua, cuando cada día se presentaban las famosas películas mexicanas de Antonio Aguilar, Vicente Fernandez, Santos el enmascarado de Plata, Blue Demon, Mil Mascaras, Viruta y Capulina entre otras. Quien no recuerda el boon del cine chino con Wang Yu en plan estelar, que luego le dio paso a Bruce Lee, Jacki Chan, entre otros, quien no recuerdas a los cines Curpa, Colon, Alianza y Páez. Los que la modernizacion y el crecimiento de la ciudad hizo que cerraran sus puertas y hoy en sus lugares nacen negocios de toda índole. Por que no volver al pasado y volver a ver a Pedro Infante cantando sus exitos en el escenario del Alianza, que con tan sólo tres reales pudieron deleitarse con su melodiosa voz.

Quien no recuerda como los jóvenes del entonces entraban al Alianza a ver sus famosas chinas y salían repartiendo patada a todo porton o santamaria que consiguieran al frente, este cine tenia palco y el famoso gallinero donde entraban los de menos recursos económicos y era muy frecuente en sus carteleras películas chinas y mexicanas.

Nuestro primer cine fue el Colon ubicado en la Reja de Guanare, el profesor Valeriano Martin Quevedo, era su propietario por allá en los 50, donde todavía se observa su vieja estructura al frente del palacio de la empanada, de este lugar no puedo estenderme ya que nunca pude observar sus proyecciones, pero cuanta mi padre que la entrada valía medio, y eran películas de dos tiempos osea, las cortaban a la mitad y las personas podían ir a comprar, ir al baño y hasta salir a comprar cualquier cosa, que les parece todo un acontecimiento por allá en los 50.

Por otro lado teníamos al cine Curpa, a tan solo dos cuadra del Alianza, allí era frecuente ver películas del lejano oeste o Wester italianos de Lino de Laurentis, cine mexicano y en horas nocturnas las películas de censura D, todavia no eran tres X, tambien con muchos asiduos visitantes que disfrutaban desde el matine hasta las horas nocturnas, y al frente de este popular cine los vendedores de perros calientes, pinchos que no faltaban a la cita maratonica, por cierto aún se encuentran ubicados estos vendedores de comida en el mismo lugar desde hace mas de 30 años.

En la avenida Libertador abre sus puertas el cine Páez, lugar que comenzo hacer visitado por la clase media de la ciudad, allí el cine norteamericano irrumpe con mucha fuerza y comienzan a proyectar grandes éxitos de la taquilla, como terremoto, tiburón, papillón, entre otras. Sin lugar a dudas que hay mucha motividad para el cine y la competencia era sana.

Mas tarde nacería el aun de pie Cines Mamanico, allá en la avenida Páez, lugar que con el tiempo se ha mantenido y ha logrado mantener un buen numeros de seguidores a sus presentaciones proyectadas en sus pantallas, de una sola sala hoy cuentan con tres, donde hay variedad en cartelera.

Luego un poco mas tarde llegaría Cines Acarigua, ubicado por la avenida 5 de diciembre a pocos metros de Cada, todo un boon cuando abrio sus puertas, modernos en todo sus espacios, y muy buen ambiente y buena acústica cosa que hace de los cines un lugar para entretener a su público.

Estos son los cines viejos de mi Acarigua, hoy aparecen al espectro cinematográfico dos nuevas salas que estan luchando por ser la primera, por presentar antes las películas del séptimo arte ante que la otra, estas salas llegaron con dos mega Centros comerciales, Llano Mall cine y Cinex de Buenaventura, abra que ver de muy cerca cual de las dos se queda con los amantes de ir a ver en pantalla gigantes los grandes estrenos del cine mundial.

Mientras tanto, los que aún recordamos nuestros viejos cines viviremos del recuerdo de haber gozado de nuestro cine, el único entretenimiento que había en esa época en las Gemelas, ya que en Araure estaba el Principal y luego llegaría cine Araure de poca dura, así que recordemos esas salas que ya no están con nosotros.