jueves, 30 de julio de 2009

Ejemplos de unión y amor




Carmen Parra y Francisco Manzanares
Ejemplos de unión y amor
Por Mario Manzanares
Una tarde como otra cualquiera, con un calor insoportable, en el porche de la vivienda numero 19 de Durigua II, encontré en amena conversación a una linda pareja de ancianos, curtidos por la vida, estos larenses de nacimiento que emigraron a tierras llaneras cuando aun eran muy jóvenes y comenzaron a luchar juntos y formar una familia, a la que hoy muchos años después cuentan con siete hijos, todos vivos aun, disfrutan de su vejes al lado de sus nietos, Carmen Parra y Francisco Manzanares nos cuentan sus vivencias en estas tierras

Dona Carmen como la conocen en Durigua sus vecinos es nativa de Aguada grande, cuenta que recuerda de su pueblo natal que era como Agua Blanca, con un clima sabroso fresco y su gente amable y cortes, pero por amor se vino atrás de la felicidad en 1950 llegando a Turen, lugar donde trabajaba el hombre de su vida Francisco Manzanares y desde ese mismo momento comenzaron a labrar una familia juntos.

De inmediato replica don Francisco Manzanares, quien es oriundo de Sorage estado Lara, pueblo de temperatura fría cerca de los cerros larenses buscando hacia Cubiro, hombre de poco hablar, de ojos amarillos como el fuego y con un andar lento pero seguro como lo aclara el mismo, aclara de entrada, “esta mujer que esta a mi lado me siguió hasta aquí, no me quedo otra salida que comprometerla, después de tan largo y peligroso viaje, no podía enviarla de regreso, ella se lo gano”.
Hombre trabajador que se ganaba la vida en la faena del campo cortando madera en la montaña y estaba toda la semana fuera de casa, solo se veían de a rato, pero la mujer aguanto y mírala ahí la tiene todavía a mi lado, señalo Francisco.

De esta unión nacieron siete hijos, Sabas Ramón, Pedro Miguel, Iván José, Petra Maria, Mario Antonio, Rosa Maria y Francisco Javier.

“Cuando dejamos Turen nos residenciamos en la Reja de Chirere, aquí llegamos con un solo hijo (Sabas), en este populoso sector de Acarigua nacería Pedro, la vida era dura era tiempo de dictadura, Pérez Jiménez tenia el poder, pero quien no era político vivía tranquilo y había mucha seguridad”, recordó don Manzanares.

Hablar de estos seres maravillosos no es tarea fácil, de estos adorables viejos que nos dieron la vida y todo con lo que contamos, es imposible de describir sin obviar nada, es que estos padres a los que hoy entrevisto son los que me trajeron a este mundo, a ellos debo todo lo que se y todo lo que tengo.

Doña Carmen, señala mas adelante, “de Chirere nos mudamos alquilado a La Rocal al lado de la quebrada, hoy día esa casa no existe el desarrollo la borro del lugar para construir lo que es hoy la avenida Eduardo Chollet, allí un puente que aun se mantiene era el limite de las dos ciudades que hoy conocemos como las gemelas. Al frente había un potrero que mas tarde se convertiría en la urbanización El Pilar”. Allí vendría al mundo Iván y con ello otra boca que mantener pero a estos viejos no lo desesperaba el nacimiento de un nuevo vástago y fue acogido con el mismo amor como los anteriores. Luego en el mismo lugar alumbraría la primera hembra para la alegría de doña Carmen, a ella le dieron como nombre Petra Maria.

“Luego en el 62 vendría al mundo nuestro quinto hijo, Mario Antonio, y con el una nueva mudanza pero esta vez a nuestra propia casa en Campo Lindo aun al lado de la quebrada en la antigua avenida 25 hoy Paseo los Estadios, allí vino al mundo Rosa Maria y mas tarde alumbraría el séptimo y ultimo de la familia el mas joven en el 69 Francisco Javier quien seria el único de los otros hermanos que nacería en el hospital Casal Ramos, los anteriores nacieron en casa atendido por parteras”, revela doña Carmen.

Mas adelante nos señala Manzanares, “en el 71 vendimos la casa y nos fuimos para Turen allá llegamos al barrio Los Aguacates, comenzamos a laborar en el campo toda la familia unida, agarrábamos maíz, algodón, sembrábamos tabaco, ahí duramos dos años y regresamos a Acarigua, Limoncito fue nuestra llegada en el cerro hicimos un rancho de barro, luego comenzó un vía crucis de mudanzas, Paraguay, Municipalidad donde fuimos fundadores del barrio, Fe y Alegría y en el 74 INAVI nos hizo entrega de esta casa donde habitamos en la actualidad aquí en Durigua”.

¿Qué recuerdan de Acarigua, de su juventud?
Al instante respondió Manzanares, “la bodega El Pobre de Amabilis Figueredo, era muy concurrida, allí había de todo, en esa época vivíamos de la fabricación de bolsas de papel para bodegas y fruterías y los encargados de la venta y distribución eran Ivan y Mario, que salían de madrugada y regresaban después del mediodía, de eso vivíamos, era difícil conseguir trabajo; también estaba el cine curpa, el bar de Pedro donde siempre iba, además cerca de ahí existía el bar la Terraza donde prácticamente era el Terminal, ya que todos los buses llegaban y salían de ahí, sobre todo los del señor Daniel Urrieta (Bonanza).

“Solíamos ver la televisión en casa del señor Elías ya que no contábamos con una en casa recordó Manzanares, solo se pagaba medio y yo era fanático de la lucha libre y todos los sábados era una fija. También existía la ruta de buses Amaral, con medio conocías Acarigua Araure y hasta llegaba en los días de asueto y fines de semana a Río Acarigua, Amaral era sin duda el verdadero transporte del pueblo.”

¿Qué otra anécdota recuerda de los años 70?
Fíjate Mario replicó el viejo Manzanares, “el hospital era donde está hoy el asilo de ancianos y ya existían aparte del cine Curpa, Alianza, Páez y Colón en la Reja de Guanare, también estaba el viejo estadio de Béisbol Roseliano Pérez entre el límite de Acarigua Araure”.

“Recuerdo que el primer mercado que yo fui estaba ubicado al frente de la panadería Santa Maria hoy Dalipan y la Casa Hogar (Inam) en la Avenida Alianza con calle 32, hoy se termina un centro comercial en ese lugar, de allí lo mudarían a Campo Lindo donde hoy se encuentra la Policía de Páez, aquí no duró mucho y fue trasladado a La Goajira donde todavía permanece desde hace mas de 30 años”.

¿Qué más había en la Acarigua de ayer?
Habían cuatro rejas que era el lugar destinado para pasar el ganado de un lugar a otro, pocos automóviles, caballos y carretas eran comunes, para 1930 ya existía la Reja de Guanare, la Reja de San Carlos, Chirere y Paraguay. Varias tardes me acerque a la actual Avenida Libertador a ver tarde de toros coleados, las fiestas eran buenas de verdad, mujeres bellas y grandes jergas.

Mas adelante señala Doña Carmen, “allí en Reja de Guanare vivía Mano Nerio, este señor compraba de todo, una vez dijo “yo como de todo, lo único que no he comido en la vida es bachaco porque este animalito no tiene sangre”; en su casa habían cueros de todo tipo de animales. Nos aclara Manzanares, sin duda fue Mano Nerio el fundador de la Reja de Guanare y en honor a él hicieron un parque que lleva su nombre”.

¿Qué le ha llamado la atención en sus años de vida acá en Acarigua?
Puedo decir con franqueza que la Avenida Las Lagrimas, luego cambiado a 13 de Junio le colocaron ese nombre el día que le dan el golpe a Pérez Jiménez, allí matan a unos estudiantes que protestaban y conspiraban contra el dictador, ese día me encontraba en la Plaza Bolívar y me agarró la plomazón fuera de casa, los de la seguridad nacional le disparaban a todo el que vieran, recuerdo que en esos diez años de dictadura trabajé cada año allá en la Colonia de Turen, hasta llegué a ser capataz de una cuadrilla de mujeres.

Luego de dos horas de amena conversa recordando y trasladándose de un lugar a otro, reviviendo el pasado, buscando en los rincones de una vieja memoria que se niega a olvidar, es que mis queridos viejos Carmen y Francisco tienen mucho que contar de sus vidas, de sus añoranzas de Acarigua de Ayer, de sus hijos; y este legado quedará para que sus nietos sepan valorar a estos dos grandes seres humanos que lucharon ante las vicisitudes que le impuso la vida y juntos la vencieron, dos bellos ejemplos de unión y amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario