lunes, 14 de septiembre de 2020

 

El polifacético Obed Figueredo

De reportero gráfico a locutor

 

Marioman


Hablar de Obed Figueredo, es hablar de un personaje que ha dado todo de si para agradar y ser reconocido por lo que hace y no por lo que dejare de hacer. Obed, un duaqueño que llego hasta Acarigua a visitar, a conocer y desde ese mismo día que llego se quedó sembrado, las gemelas lo cautivaron.

Desde muy joven a Figueredo le gusto trabajar, a todo le ponía corazón y aprendía rápido, fue así como se convirtió en unos de los primeros fotógrafos del naciente diario Ultima hora, donde comenzó a laborar, haciendo todas las fuentes y ganándose rápidamente el aprecio y reconocimiento de los portugueseños.

Una de las fuentes que más le gustaba era la deportiva, hasta tuvo el equipo de softbol de Última Hora, al que dirigió y era su receptor y cuarto bate, jugaba y trabajaba y cumplía siempre con su labor periodística, llevando a todos los lectores del diario lo más granado de la información deportiva, siempre al lado de periodistas de la talla de Luis Hilder o José Tomas Unda.

Luego dejaría a Ultima Hora y entraría como reportero gráfico a la corresponsalía del Impulso en Acarigua, al lado de la licenciada Elizabeth Houllier. Logra su ingreso al Círculo de Reportero Gráfico seccional Portuguesa, donde fue uno de los doce que iniciaron gremio en el estado.

El gordo Obed, como le dicen sus amigos, luego de su retiro del Impulso, reabrió las puertas a su antiguo pasatiempo y primer trabajo que tuvo en Portuguesa el de radioeléctrico, o sea arreglar televisores y radios, su local estaba ubicado por la calle 30 con la antigua avenida 17, recuerdan Electrónica Pepe, esa era la tienda de nuestro protagonista.

También fue un trabajador de la Policía del Estado, allí era el encargado de las transmisiones, donde me imagino yo que le nace el gusto por la locución radial, profesión que ejerce actualmente con programas de tópicos de música criolla y su pasión por los toros coleados.

En los toros coleados, es miembro activo actualmente de la Asociación de este deporte recio de los venezolanos, allí se ha mantenido por varios años, hoy un poco quebrantado de salud, la falta de gasolina para su vehículo lo mantienen alejado de lo que le gusta hacer, trabajar y comunicar.

Obed Figueredo, un duaqueño que extraña a su pueblo natal, pero que aquí en Acarigua conoció al gran amor de su vida y tiro ancla en Durigua y allí esta, luchando por su familia.

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