El polifacético Obed Figueredo
De reportero gráfico a locutor
Marioman
Hablar de Obed Figueredo, es hablar de un personaje que ha dado todo de si para agradar y ser reconocido por lo que hace y no por lo que dejare de hacer. Obed, un duaqueño que llego hasta Acarigua a visitar, a conocer y desde ese mismo día que llego se quedó sembrado, las gemelas lo cautivaron.
Desde
muy joven a Figueredo le gusto trabajar, a todo le ponía corazón y aprendía
rápido, fue así como se convirtió en unos de los primeros fotógrafos del
naciente diario Ultima hora, donde comenzó a laborar, haciendo todas las
fuentes y ganándose rápidamente el aprecio y reconocimiento de los
portugueseños.
Una
de las fuentes que más le gustaba era la deportiva, hasta tuvo el equipo de
softbol de Última Hora, al que dirigió y era su receptor y cuarto bate, jugaba
y trabajaba y cumplía siempre con su labor periodística, llevando a todos los
lectores del diario lo más granado de la información deportiva, siempre al lado
de periodistas de la talla de Luis Hilder o José Tomas Unda.
Luego
dejaría a Ultima Hora y entraría como reportero gráfico a la corresponsalía del
Impulso en Acarigua, al lado de la licenciada Elizabeth Houllier. Logra su
ingreso al Círculo de Reportero Gráfico seccional Portuguesa, donde fue uno de
los doce que iniciaron gremio en el estado.
El
gordo Obed, como le dicen sus amigos, luego de su retiro del Impulso, reabrió
las puertas a su antiguo pasatiempo y primer trabajo que tuvo en Portuguesa el
de radioeléctrico, o sea arreglar televisores y radios, su local estaba ubicado
por la calle 30 con la antigua avenida 17, recuerdan Electrónica Pepe, esa era
la tienda de nuestro protagonista.
También
fue un trabajador de la Policía del Estado, allí era el encargado de las
transmisiones, donde me imagino yo que le nace el gusto por la locución radial,
profesión que ejerce actualmente con programas de tópicos de música criolla y
su pasión por los toros coleados.
En
los toros coleados, es miembro activo actualmente de la Asociación de este
deporte recio de los venezolanos, allí se ha mantenido por varios años, hoy un
poco quebrantado de salud, la falta de gasolina para su vehículo lo mantienen
alejado de lo que le gusta hacer, trabajar y comunicar.
Obed
Figueredo, un duaqueño que extraña a su pueblo natal, pero que aquí en Acarigua
conoció al gran amor de su vida y tiro ancla en Durigua y allí esta, luchando
por su familia.
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