viernes, 18 de septiembre de 2020

 

Las bolas criollas deporte 

popular y de arraigo

 

 Marioman


Desde que Portuguesa nombro su primera Junta o Asociación de Bolas Criollas, este popular deporte, donde Dominicino Camacaro, Don Héctor Guzmán, Williams Monte, Angulo, padre de Wilman Angulo, el periodista Pastor “Galletica” Asuaje, entre muchos otros, este deporte conocido como el de las manos sucias se anclo en el estado.

Una de las primeras canchas que aprecio fue la que llego con el Gimnasio Cubierto en el año 68, luego se llenarían los negocios con canchas y el deporte crecería, naciendo las ligas de los diferentes municipios, llenándose toda Portuguesa de jugadores y comienza dar buenos frutos y campeonatos.



En Acarigua – Araure, hablar de bolas criollas es sinónimo de Miguel López, dirigente jugador en sus años de mozo y ya desaparecido, brindo con su capacidad de organización al municipio Araure su liga y su tiempo, allá en el Club de Peritos, Miguel López tenía dos canchas donde los mejores equipos disputaban sus torneos y campeonatos.

En Acarigua, no hay que dejar de mencionar al incansable José Benito Virguez, aún en actividad en la sede del Colegio de Periodista, antes estuvo en club Telefonista y la desparecida cancha de La Nacional.

Recuerdo los gordos cochinos que se jugaban en los campeonatos de Benito Virguez, la gran cantidad de equipos que entraban en play para ganarse la cochina de Benito, mujeres y hombres, todos por las cochinas y ovejos.

Jugadores de la talla de, Alfonso Valderrama, una leyenda de las bolas criollas quien escribió su historia en todas las canchas de Venezuela, siendo el único triple coronado en juegos nacionales, medalla de oro en boche aire, rastrero y arrime. Hazaña única en este popular deporte. También se puede mencionar a Jeremías Padilla, gran bochador y excelente jugador, la generala Magaly Parra, una de los mejores boches que han visto mis ojos, hoy día ya retirada, entre muchos más.

Debo mencionar en esta crónica personajes de este mundo deportivo como lo fueron Frank Rojas, hijo mayor de otro grande “Mano Chico”, fundador de su propia cancha en el recordado negocio de la Páez, “La Parrilla”, el desaparecido dirigente de softbol, bolas criollas y jefe de deporte hasta su jubilación de la empresa CADAFE me estoy refiriendo a Norman Rojas que junto a Francisco Rojas Alcalá hicieron el estadio de softbol de la Liga Popular, que irónicamente no lleva sus nombres.

Otra cancha que brilló con luz propia, ubicada en plena avenida Libertador donde hoy se erige el banco Bicentenario, me estoy refiriendo a la cancha El Refugio, lugar que los fines de semana se llenaba, ya que aparte de los juegos de bolas criollas habían otras distracciones dentro del local, siendo muy visitado. Entre otros locales.

 

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