Las bolas criollas deporte
popular y de arraigo
Marioman
Desde que Portuguesa nombro su primera Junta o Asociación de Bolas Criollas, este popular deporte, donde Dominicino Camacaro, Don Héctor Guzmán, Williams Monte, Angulo, padre de Wilman Angulo, el periodista Pastor “Galletica” Asuaje, entre muchos otros, este deporte conocido como el de las manos sucias se anclo en el estado.
Una
de las primeras canchas que aprecio fue la que llego con el Gimnasio Cubierto
en el año 68, luego se llenarían los negocios con canchas y el deporte crecería,
naciendo las ligas de los diferentes municipios, llenándose toda Portuguesa de
jugadores y comienza dar buenos frutos y campeonatos.
En Acarigua – Araure, hablar de bolas criollas es sinónimo de Miguel López, dirigente jugador en sus años de mozo y ya desaparecido, brindo con su capacidad de organización al municipio Araure su liga y su tiempo, allá en el Club de Peritos, Miguel López tenía dos canchas donde los mejores equipos disputaban sus torneos y campeonatos.
En
Acarigua, no hay que dejar de mencionar al incansable José Benito Virguez, aún
en actividad en la sede del Colegio de Periodista, antes estuvo en club
Telefonista y la desparecida cancha de La Nacional.
Recuerdo
los gordos cochinos que se jugaban en los campeonatos de Benito Virguez, la
gran cantidad de equipos que entraban en play para ganarse la cochina de
Benito, mujeres y hombres, todos por las cochinas y ovejos.
Jugadores de la talla de, Alfonso Valderrama, una leyenda de las bolas criollas quien escribió su historia en todas las canchas de Venezuela, siendo el único triple coronado en juegos nacionales, medalla de oro en boche aire, rastrero y arrime. Hazaña única en este popular deporte. También se puede mencionar a Jeremías Padilla, gran bochador y excelente jugador, la generala Magaly Parra, una de los mejores boches que han visto mis ojos, hoy día ya retirada, entre muchos más.
Debo
mencionar en esta crónica personajes de este mundo deportivo como lo fueron
Frank Rojas, hijo mayor de otro grande “Mano Chico”, fundador de su propia
cancha en el recordado negocio de la Páez, “La Parrilla”, el desaparecido
dirigente de softbol, bolas criollas y jefe de deporte hasta su jubilación de
la empresa CADAFE me estoy refiriendo a Norman Rojas que junto a Francisco
Rojas Alcalá hicieron el estadio de softbol de la Liga Popular, que
irónicamente no lleva sus nombres.
Otra
cancha que brilló con luz propia, ubicada en plena avenida Libertador donde hoy
se erige el banco Bicentenario, me estoy refiriendo a la cancha El Refugio,
lugar que los fines de semana se llenaba, ya que aparte de los juegos de bolas
criollas habían otras distracciones dentro del local, siendo muy visitado.
Entre otros locales.
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