FELIZ
PACHECO… SU ÚLTIMA CARRERA CON LA VIDA
Mario Manzanares
En su juventud Feliz Pacheco, fue un corredor de aliento, un maratonista de esos que eran
duro de vencer, de esto pueden dar fe otros grandes corredores de la época como Fernando Ochoa, Carlos Almao y hasta el mismísimo Amado Pérez. Un problema con la justicia lo saco de circulación por varios años, cuando recupero su libertad, luego de pagar por el error cometido, quiso volver al atletismo en el maratón aniversario de Durigua en 1978, allí se enfrentó a mí por primera vez, cuando inicio la carrera alguien me dijo “Conejo” cuídate de Pacheco, yo hice caso omiso a la advertencia y salí disparado a correr, la salida fue en Aguas de Portuguesa con llegada en Durigua, no lo vi en la Libertador ya que iba punteando y a mi lado Antonio Gutiérrez que a la postre fue el ganador. Feliz, animó los primeros metros de la carrera, era hermano de una familia de deportistas, Freddy Pacheco, Candito, la “Brocha” entre otros y residenciado en barrio Colombia. Porque relato esta historia, porque Feliz Pacheco siempre fue un luchador, se aferró a la vida y siempre, luego de su error trato siempre de hacer lo mejor. Se dedicó a jugar bolas criollas, y su última aparición deportiva ocurrió en los juegos del Clap, y participando en una caminata, con llegada a la plaza Bolívar, finalizando, logrando puntuación para su equipo, lleno de euforia, alegría del momento tomo agua, se mojó el cabello, se sentó y callo desmayado, sufrió un infarto falleciendo delante de todos sus amigos y compañeros de equipos. Nada se podía hacer ya, su cuerpo había dejado de respirar, un hondo pesar sacudió las entrañas de todos los que lo conocieron. Se fue Pacheco, fue el sollozo a unísono que se escuchó, allí se enmudecieron los vítores, se calló la alegría y se fue un mejor hombre. Hasta siempre Feliz Pacheco.
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